El analista especializado en Asia Andrew Leung comentó a RT que cree que la nueva prueba nuclear de Corea del Norte va a provocar "aún más el ruido y la furia" de EE.UU., pero eso no va a resolver el problema.
Según Leung, la única manera de estabilizar la situación es llegar a un pacto de estabilidad en la península coreana que involucre a todos los países de la región y asegure una desescalada de todas las partes.
El experto afirmó que Corea del Norte debería al menos suspender sus pruebas de misiles y EE.UU. bajar el tono de la retórica y detener sus ejercicios militares. El pacto también debería abrir el paso a la cooperación económica entre los países, defendió.
Respeto a la última prueba de Corea del Norte, Leung estimó que aunque no se tratara de una bomba de hidrógeno a escala completa, fue como mínimo tan potente como la bomba atómica lanzada por EE.UU. contra las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki.
De acuerdo con el experto, "el tiempo para mucha retórica y las sanciones realmente terminó. Lo que Corea del Norte quiere, por supuesto, no es una guerra, porque la guerra significaría la desaparición de su régimen. Quiere una garantía solida de la estabilidad del régimen", agregó.
¿Por qué el conflicto está lejos de ser resuelto?
Leung cree que el conflicto está lejos de ser resuelto, ya que EE.UU. y la Administración Trump piensan que la solución pasa por medidas militares. Sin embargo, el analista insistió en que no es posible dar una solución militar a la crisis en la península, ya que en en caso de ataque contra Corea del Norte, no es posible estar seguro de que todos sus misiles sean destruidos, porque muchos de ellos "están escondidos en cuevas y son móviles".
Además, Leung señaló que el envío de tropas tampoco resolvería el problema, ya que esto destabilizaría la situación y requeriría el envio de más hombres y, por su parte, "Rusia y China, por supuesto, no se quedarían al margen al ver lo que está sucediendo".
El 3 de septiembre, Corea del Norte afirmó haber probado una bomba de hidrógeno para misiles balísticos intercontinentales. Se trata de la sexta prueba nuclear llevada a cabo por Pionyang, que ha provocado una nueva ola de condenas internacionales.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, escribió en su cuenta personal de Twitter que "las palabras y acciones de Corea del Norte siguen siendo muy hostiles y peligrosas" para su país.