El presidente ruso, Vladímir Putin, y su homólogo de Corea del Sur, Moon Jae-in, han hablado vía telefónica sobre el problema de la península coreana tras la sexta prueba nuclear por parte de Pionyang.
Ambos mandatarios condenaron "de modo decisivo" las acciones de Corea del Norte, que violan las resoluciones correspondientes del Consejo de Seguridad de la ONU y que "socavan" el régimen mundial de no proliferación de armas nucleares, reza un comunicado del Kremlin. Además, la institución ha indicado que los ensayos norcoreanos ponen al mundo "en grave peligro" y amenazan la seguridad en la región.
Por su parte, Putin ha reiterado que se puede resolver el conflicto de la península coreana solo a través de la reanudación de "negociaciones y el uso activo de medios políticos y diplomáticos".
Los líderes de los países seguirán intercambiando opiniones sobre este tema durante la reunión que se celebrará el 6 de septiembre en la ciudad rusa de Vladivostok, en el marco del Foro Económico Oriental.
El pasado domingo Pionyang probó una bomba de hidrógeno para misiles balísticos intercontinentales y aseguró que su sexta prueba nuclear había sido "un éxito total".
El Comité de Defensa surcoreano declaró que la sexta prueba nuclear de Pionyang fue de 100 kilotones, unas 4 o 5 veces más potente que la bomba nuclear lanzada sobre la ciudad japonesa de Nagasaki en 1945.
Luego, muchos países se hicieron eco del lanzamiento y reaccionaron con declaraciones y maniobras. Asimismo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha convocado una reunión de emergencia para abordar el reciente ensayo nuclear efectuado por Corea del Norte.