El virus del Zika, que afecta principalmente a los bebés durante el embarazo y provoca microcefalia, malformaciones nerviosas e incluso la muerte prematura, podría ser eficaz para el tratamiento del glioblastoma, la forma más común y agresiva de tumor cerebral, revela un nuevo estudio, publicado este martes en 'The Journal of Experimental Medicine'. Quienes resultan afectados con este tumor tienen una esperanza de vida promedio de menos de dos años desde el momento del diagnóstico.
Investigadores de la Universidad de California en San Diego (EE.UU.), en colaboración con médicos de la Universidad de Washington en San Luis (EE.UU.), utilizaron el virus del Zika para atacar las células madre mutadas que generan el tumor cerebral para comprobar su hipótesis de que la preferencia del virus del Zika por las células progenitoras neuronales podría ser utilizada contra las células madre del glioblastoma.
¿En qué consistió el estudio?
Por el momento la investigación ha constado de dos fases. La primera prueba fue en una placa de Petri, donde el virus del Zika devoró las células que generan el gioblastoma.
La segunda se realizó con ratones afectados artificialmente con este tipo de tumor cerebral. Entonces se observó una notable ralentización del crecimiento del tumor cerebral en los roedores infectados con virus del Zika, lo que permitió prolongar su esperanza de vida.
Resultados esperanzadores
El tratamiento estándar contra esta forma de tumor cerebral suele ser agresivo, y consiste en cirugía, quimioterapia y sesiones de radiación, sin embargo no logra evitar que una gran parte de los tumores reaparezca al cabo de pocos meses.
Los resultados de dicho estudio sugieren que una infección con zika podría complementar el tratamiento con quimioterapia, que ataca el tumor pero no a las células madre que lo producen. Por su parte, el virus del Zika ataca a las células madre pero no afecta al tumor.
"Vemos al zika siendo utilizado algún día en combinación con las terapias actuales para erradicar un tumor entero", afirmó Milan Chheda, profesor asistente de neurología y medicina de la Universidad de Washington y uno de los autores del estudio.
Ahora los investigadores introducirán mutaciones adicionales al virus hasta desarrollar una variante genética del zika que ataque los tumores sin causar la propagación de la infección en el organismo.