Este martes la aviación rusa y el Ejército sirio han logrado romper el cerco del Estado Islámico en Deir ez Zor, permitiendo el desbloqueo de tropas sirias que se encontraban en el lugar. Sin embargo, la mayor parte de la ciudad sigue controlada por extremistas. ¿Cómo será la batalla por el último bastión del EI en Siria?
Durante 2013, radicales islámicos tomaron bajo su control la mayor parte de Deir ez Zor, una urbe de 220.000 habitantes, y bloquearon la guarnición del Ejército Libre Sirio y barrios simpatizantes con Gobierno sirio.
Recién este martes el Ejército del país, con apoyo de aviación rusa y destacamentos del movimiento chiita libanés Hezbolá, ha podido desbloquear sus unidades.
La importancia de lo sucedido queda expuesta en el hecho de que el presidente ruso, Vladímir Putin, envió a Bashar al Assad un telegrama de felicitación por la recuperación de la ciudad, indica el portal ruso Gazeta.ru.
Anteriormente, Putin había enviado un telegrama similar a Assad en diciembre de 2016, cuando culminó la liberación de Alepo.
Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, manifestó a mediados de agosto que ahora Deir ez Zor es "el punto clave en el mapa de Siria". Según el ministro, la recuperación de esta ciudad ―la más grande en el este del país― acelerará el fin de la guerra en el Estado de Oriente Medio.
Las diferencias con las operaciones en Alepo y Palmira
Por primera vez desde el comienzo de la operación del Ejército ruso en Siria, las fuerzas sirias tienen que luchar contra el Estado Islámico por una ciudad tan grande. La última gran batalla llevada a cabo en fue la retoma de Alepo de las manos de los extremistas del Frente Al Nusra y otros grupos extremistas, entre agosto y diciembre de 2016. Pero la situación en esa ciudad era algo diferente.
Los barrios de Alepo, abandonados por las fuerzas del Gobierno, eran controlados por diversas facciones de la oposición, entre las cuales figuraba la llamada 'oposición moderada', y radicales como el Frente Al Nusra. Con la mediación de Turquía, Rusia y Siria, lograron ponerse de acuerdo sobre la retirada de 5.000 militantes y miembros de sus familias de los distritos orientales de la ciudad.
El combate contra los destacamentos restantes 'irreconciliables', cuyo número era de aproximadamente 1.000 personas, duró un mes.
El caso de Palmira
La lucha por esta ciudad fue la batalla más seria que debió afrontar el Gobierno sirio y la aviación rusa contra el Estado Islámico en condiciones urbanas. La primera batalla por la ciudad, que tuvo lugar en marzo de 2016, duró solo dos semanas. En los primeros días de diciembre del mismo año, los extremistas del EI lanzaron una contraofensiva inesperada y volvieron a ocupar la ciudad.
La segunda batalla por Palmira duró tres meses. Según datos oficiales del Ministerio de Defensa de Rusia, varios militares rusos de la fuerzas especiales, incluido el comandante del batallón Sanal Sanchírov, murieron en aquellos combates.
Para desalojar a los radicales de Palmira, las fuerzas gubernamentales y las tropas Spetsnaz de Rusia ocuparon las alturas circundantes para desde allí atacar las posiciones de los extremistas dentro de la ciudad. A diferencia de Palmira, Deir ez Zor se encuentra en la llanura.
La próxima batalla
Actualmente, la mayoría de los barrios de Deir ez Zor están controlados por extremistas. Se trata principalmente de un conjunto de edificios de varios pisos.
No se descarta que la batalla por Deir ez Zor requiera la participación de importantes fuerzas de Bashar al Assad y de sus aliados. Asimismo, es importante recordar que portavoces del Ministerio de Defensa ruso han expresado en reiteradas ocasiones que extremistas que huyeron de Mosul y Raqa se dirigieron a esta ciudad.