Hace cuatro años que se anunció la recuperación de la crisis económica en España, pero la desigualdad no ha dejado de ser una de sus grandes secuelas. Así lo demuestran los últimos datos sobre el impuesto al patrimonio, correspondientes al año 2015 y publicados este martes por el Ministerio de Hacienda, que revelan que el número de 'súper ricos' ha crecido más del doble desde el inicio de la recesión, en 2007.
En ese entonces, hace diez años, fueron poco más de 233 personas las que declararon al fisco tener un patrimonio neto superior a los 30 millones de euros. Un lustro después, en 2015, la cifra aumentó hasta las 549 personas. El número marcó una tendencia sostenida y un incremento de 8% con respecto a 2014, cuando en España había 508 multimillonarios.
En total, 188.000 contribuyentes presentaron su declaración del impuesto de patrimonio en 2015. De forma general, este tributo sólo es obligatorio para aquellas personas que posean bienes patrimoniales (inmuebles, cuentas bancarias, fondos, acciones, etc.) superiores a 700.000 euros, sin contar préstamos hipotecarios o el valor de la vivienda habitual.
Los 'súper' de Madrid, exentos de pago
En una comparación de regiones, Cataluña y Madrid concentran más de la mitad de la riqueza determinada a través de este impuesto, con un monto superior a 320.000 millones de euros entre ambas. A nivel nacional, la cifra declarada por el 0,40 % de los españoles asciende a 582.612 millones, casi la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) de España.
Numerosos analistas y expertos económicos señalan que las estadísticas sobre el impuesto al patrimonio que presenta anualmente el Ministerio de Hacienda no reflejan de manera fiel la realidad de los españoles, debido a los múltiples mecanismos de evasión ofraude fiscal que ponen a disposición los grandes patrimonios.
Además, este tipo de tributo, cuyo manejo fue cedido a las comunidades autónomas, siempre ha sido muy polémico, ya que cada una de ellas establece por su cuenta los criterios mínimos. Así, por ejemplo, los casi 17.000 contribuyentes de Madrid que declararon el impuesto de patrimonio en 2015, aportaron cero euros al fisco, gracias a una 'bonificación' del 100% decretada por el Gobierno regional, mientras que la Generalitat de Cataluña recaudó unos 464 millones de euros de sus aproximadamente 70.000 declarantes.