"Estoy perdiendo pelo": menores violadas testifican contra sus agresores en el Reino Unido

Seis inmigrantes asiáticos han sido ya condenados y otros 11 están en juicio por graves casos de abusos sexuales a jóvenes inglesas de entre 13 y 25 años.

Una banda de 17 hombres y una mujer, que se dedicaba al abuso sexual, la extorsión y el proxenetismo en la ciudad inglesa de Newcastle, ha sido procesada judicialmente: seis de sus integrantes están ya en prisión y el resto se halla a la espera de sentencia. La investigación policial se basó en los testimonios de diversas víctimas, que tuvieron que revivir el calvario para contarlo a los tribunales.

Todas las víctimas eran inglesas de raza blanca, de entre 13 y 25 años, y fueron seleccionadas y atacadas por ser vulnerables y por su escasa propensión a denunciar los hechos, según argumentó la fiscalía. El modus operandi de este grupo consistía en atraer precisamente a menores procedentes de familias desestructuradas, a las que ofrecían alcohol y drogas antes de agredirlas. La mayoría de los acusados proceden de Bangladés, India, Irán, Irak y Turquía.

Entre las agredidas destaca el caso de una mujer que fue violada repetidas veces cuando tenía 17 años. Ahora tiene 20 y afirma que la terrible experiencia le ha causado una severa depresión y un trastorno de personalidad. Se encuentra en constante vigilancia psiquiátrica para evitar que cometa suicidio. "Me siento paranoica, no me siento segura ni en mi propia casa y se me ha empezado a caer el pelo", afirmo durante el juicio en los tribunales de Newcastle.

Su agresor, Habibur Rahim, es uno de los encarcelados. La víctima contó cómo la mantenía encerrada y la forzaba sexualmente. Según varios testimonios, Habibur (a quien se le conocía por el sobrenombre de "Sham") solía drogar a sus víctimas antes de perpetrar las violaciones. "Aún me despierto en mitad de la noche temiendo que Sham esté en casa –declaró la víctima–. Quiero retomar mi vida y alejarme de todo esto. Mi novio teme dejarme sola, por si me suicido". 

Habibur, en particular, fue condenado a un total de 29 años de prisión bajo diversos cargos: violación, conspiración para incitar a la prostitución (en relación a ocho víctimas diferentes) y otros delitos relacionados con la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. 

En total, 13 víctimas se presentaron para testificar contra la organización criminal.