Un equipo de científicos de la Universidad de Idaho en EE.UU., liderado por Robert Chancia, descubrió que el Cressida, uno de los 27 satélites de Urano, deformó uno de los anillos del planeta, y que podría chocar con otro satélite del mismo cuerpo celeste en un millón de años, informa New Scientist.
Según el estudio publicado en la biblioteca en línea arxiv.org, los investigadores hallaron que uno de los anillos del Urano está deformado: su órbita es levemente triangular en vez de ser perfectamente circular. El equipo cree que esta distorsión se debe a la gravedad del satélite Cressida, y que es resultado de la resonancia entre las partículas del anillo y del satélite. Se precisa que este planeta pertenece a uno de los más apretados grupos de satélites, cuyas órbitas se encuentran relativamente cerca unas de otras.
Asimismo, el análisis de la forma del anillo permitió a los investigadores calcular la masa y la densidad del Cressida, sugiriendo que este pequeño cuerpo espacial es probablemente poroso. Los hallazgos también apuntan al destino que le espera a este satélite.
De acuerdo con los autores del estudio, en un millón de años el Cressida probablemente chocará con otro satélite, el Desdémona, cuya órbita está a tan solo 900 kilómetros del trayecto del primero. También se espera que impacten entre sí los satélites Cupido y Belinda.
Chancia indicó que "hay evidencia de colisiones pasadas": dos vagos anillos hallados cerca de los satélites podrían estar hechos de escombros dejados por colisiones previas.