La marejada ciclónica que podría desatar el huracán Irma a su paso por Florida, podría inundar varios sitios de desechos tóxicos, como ya ocurrió a finales de agosto en Texas tras el paso del huracán Harvey, que desbordó varios pozos con sustancias asociadas al riesgo de padecer cáncer.
La agencia AP ha visitado seis de los 54 sitios de superfondo (Superfund Site, en inglés) en Florida, que son lugares designados por la Agencia de Protección Ambiental estadounidense (EPA) para realizar allí trabajos de descontaminación. Uno de los recientes estudios encargados por el Gobierno reveló que estos sitios pueden resultar inundados por una marejada ciclónica de entre 30 centímetros y 1,2 metros. Según el pronóstico actual Irma podría elevar el nivel del mar en más de 3,5 metros.
La agencia asegura que no ha notado trabajos de preparación ante la llegada del huracán, lo que podría explicarse por el hecho de que estén clausurados y asegurados para recibir el ciclón.
No existe garantía de 100% de seguridad
La EPA ya ha asegurado y evacuado algunos de los sitios más peligrosos, anticipándose a las inundaciones por lluvias y por marejadas ciclónicas que, eventualmente, causará Irma, informa AP. El senador Marco Rubio dijo a la agencia que los empleados de la EPA se mostraron "satisfechos en términos generales" con la seguridad de los sitios ante el huracán, aunque reconoció que "no pueden garantizarla en un 100%".
EPA prometió informar inmediatamente, tanto a las autoridades como a la población, si algún sitio de desechos tóxicos resultara dañado y pasara a convertirse en una amenaza.
Las inundaciones pueden provocar derrames de sustancias nocivas sobre acuíferos de agua potable, incluidas zonas densamente pobladas. Algunos de los sitios de superfondo, como la Base aérea de reserva Homestead, son propensos a sufrir inundaciones, incluso si la marejada ciclónica trajera consigo apenas una elevación de 30 centímetros de agua, según AP.
En EE.UU. existen en total 500 sitios de superfondo localizados en áreas propensas a sufrir inundaciones, de las que 50 se encuentran, además, en zonas de costa, pudiendo resultar afectados no solo por la lluvia, sino también por la elevación del nivel del mar, según un estudio llevado a cabo para la Casa Blanca en 2012 y citado por la agencia.