Un macabro hallazgo ha revelado la existencia de una fosa común donde fueron enterrados al menos 400 bebés y niños. El descubrimiento se hizo en las inmediaciones de un antiguo orfanato escocés, informa el 'Sunday Post'.
Se trata de Smyllum Park, una institución ubicada en Lanarkshire (Escocia, Reino Unido) y administrada por monjas vicentinas. En el tiempo que funcionó el orfanato, entre los años 1864 y 1981, al menos 11.601 menores estuvieron recluidos en el lugar.
Los restos de 402 niños fueron hallados en el área del cementerio St. Mary, ubicado en las cercanías del antiguo orfanato. Mientras que los sepulcros de las monjas y el personal del centro están marcados por lápidas, los pequeños huéspedes de la institución fueron enterrados en una fosa común sin ningún distintivo.
Según los registros de la orden religiosa encargada de administrar el orfanato, que acogía a los huérfanos e hijos de familias católicas indigentes de entre 1 y 14 años de edad, 120 menores murieron en el lugar durante los 117 años que funcionó el centro.
Sin embargo, una investigación reciente revela que, en promedio, cada tres meses moría un niño en Smyllum Park. Antiguos residentes del orfanato han acusado a las monjas de la orden vicentina, conocidas como 'Hijas de la Caridad', de golpear y descuidar a los pequeños a su cargo. Mientras que las religiosas rechazan la acusación, calificándola de un "misterio" y de "infundada".
El número total de niños sepultados de manera anónima puede aumentar al cabo de la investigación en marcha, basada en el estudio de certificados de defunción en los archivos locales. Entre las causas de muerte figuran enfermedades como tuberculosis, escarlatina y gripe, así como accidentes e incluso malnutrición.
En un caso similar ocurrido en marzo del 2017, una enorme fosa infantil fue descubierta bajo un antiguo hogar católico de madres solteras en Irlanda. El sepulcro podría contener hasta 800 restos de bebés con edades comprendidas entre las 35 semanas y los 3 años.