El agresivo tono de la administración Trump ha tenido que bajar algunos decibeles y todo parece advertir que los huracanes tienen mucho que ver.
El paso reciente de Harvey, en Houston; e Irma en la costa atlántica, le han dejado al inquilino de la Casa Blanca algunos problemas que resolver: el primero, el suministro de combustible; y el segundo, la inversión que deberá destinar para atender los daños. En esas urgencias nacionales, la cáustica retórica hacia países como México y Venezuela se ha enfriado.
Aún es pronto para determinar cuánto tiempo se mantendrá esa política de "postergar" asuntos como la construcción del muro con México en la zona sur de EE.UU. o la reactivación de las sanciones contra la industria petrolera venezolana, pero lo que sí es cierto es que las últimas tres decisiones de Trump indican que el mandatario tendrá que mantener las narices en su territorio.
El muro para después
Harvey dejó pérdidas por el orden de los 190.000 millones de dólares e Irma no baja de los 50.000 millones, así que el escenario financiero no es el más apto para que Trump destine unos 1.600 millones de dólares en la construcción de un muro con México.
Este jueves, el mandatario aseguró que la muralla continuaba en la agenda de "prioridades" pero que, por ahora, postergaría. Deslizó que el financiamiento saldría del presupuesto nacional o de "alguna otra partida", en vez de esgrimir su acostumbrada amenaza de poner al gobierno mexicano a pagar la pared.
Venezuela en suspenso
La noche del miércoles, una noticia sin una fuente concreta colmó los medios en Venezuela: la supuesta suspensión de las sanciones unilaterales de EE.UU. en contra del país suramericano, ante el peligro de que el suministro de combustible sea insuficiente para cubrir las demandas energéticas tras los huracanes.
Horas más tarde, el ministro de Comunicación de Venezuela, Ernesto Villegas, aseguró que se trataba de una noticia falsa para "lavar la cara al bloqueo Trump-Borges", en alusión al mandatario norteamericano y al presidente de la Asamblea Nacional (AN), Julio Borges.
"El infame bloqueo y persecución financiera a Venezuela siguen en pie causando injusto daño al pueblo venezolano", escribió Villegas en sus redes sociales. No obstante, medios como El Nuevo Herald sostuvieron que si bien la Casa Blanca quiere "apretar las tuercas" al gobierno del presidente Nicolás Maduro, no lo hará "a costa de los conductores" en EE.UU., citando a supuestos altos funcionarios federales. A esta ahora, no se ha realizado un pronunciamiento oficial de Washington al respecto.
2/4 Fabrican un "fake-news" sobre una supuesta "suspensión de sanciones" que no es tal pic.twitter.com/wADZBeDyj6— Ernesto Villegas P. (@VillegasPoljak) 14 de septiembre de 2017
DACA en negociación
Después de dos semanas de indignación tras la suspensión del programa que protege a los "dreamers" en EE.UU., la comunidad ha reaccionado con cautela frente a las declaraciones de los senadores demócratas Chuck Schummer y Nancy Pelosi, quienes aseguraron que un nuevo acuerdo con Trump estaba en puertas.
El mismo Trump, después de rebatir tajantemente las afirmaciones de Schummer y Pelosi, afirmó a la prensa que la perspectiva de un acuerdo estaba "bastante cerca", tras insistir en que debe hacerse un "colosal esfuerzo" para reforzar la seguridad en las fronteras.
Si la propuesta prospera, México también sería uno de los principales países beneficiados de esa eventual negociación, puesto que de los 800.000 inmigrantes que llegaron de niños a EE.UU. con padres sin papeles, más de 600.000 son mexicanos. Luego de que Trump anunciara la suspensión de la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por su sigla en inglés) hecha por Trump, esos mismos jóvenes corrían el riesgo de ser deportados.
El argumento utilizado por la administración Trump para justificar la cancelación del programa era que EE.UU. no podía "admitir a cualquiera" que quisiera vivir en su territorio: "Esa es una política de fronteras abiertas y el pueblo estadounidense la ha rechazado correctamente", dijo hace dos semanas el fiscal general Jeff Sessions.
Trump, casi una semana después del sismo de 8.2 que ocurrió en México, también informó que había dado sus condolencias al presidente de México, Enrique Peña Nieto, por las víctimas fatales. Por lo visto, el paso de ambos huracanes no sólo causó estragos materiales en EE.UU. sino que también cimbró -de momento- la agresiva política exterior de EE.UU. hacia América Latina.