La Policía italiana ha liberado a una chica de 17 años luego de permanecer 4 años en cautiverio, informa el periódico 'La Repubblica'. Sus padres la mantenían encerrada y bajo la vigilancia en su casa en Florencia, ya que había sido prometida como esposa a un residente en Francia por 15.000 euros (17.900 dólares). Ahora, su padre de 49 años está en la cárcel acusado de trata de personas.
La chica, cuyo nombre no se revela, salía exclusivamente con familiares para acompañarlos a hacer compras y por otras pequeñas tareas, según los investigadores. Sus padres le habían impedido la posibilidad de llamar y enviar mensajes al sacar la tarjeta SIM de su teléfono celular, pero le dejaron entretenerse con juegos 'offline', una de sus pocas distracciones.
Durante uno de esos paseos cortos con su familia, logró conectarse a una red Wi-Fi, jugar en línea y usar el chat dentro del juego para comunicarse con otros jugadores (no tenía contactos de conocidos para avisarles de su condición). Hace un año, fue capaz de revelar los detalles de su cautiverio a un jugador.
Esta persona alertó a un centro de lucha contra la violencia y a la Policía que, hace un par de semanas, registró el hogar de la cautiva, cuya salida para Francia era inminente. Como consecuencia, lograron apartarla de su familia, que ya había recibido 4.000 euros (4.800 dólares) por adelantado para realizar el matrimonio.
Además, ya había sido rubricado un precontrato en el que la parte compradora imponía varias condiciones: la menor debería ser llevada a Francia, mantener la virginidad, adelgazar y aprender a hacer tareas domésticas. Al enterrarse de las cláusulas y cuando todavía estaba en cautiverio, la chica comenzó a comer más para engordar lo máximo posible.