Pese a que los científicos advierten en los últimos tiempos sobre el peligro del supervolcán ubicado bajo el parque nacional de Yellowstone (noroeste de EE.UU.), con su creciente actividad telúrica en la zona, el alarmante incremento del número de terremotos y el aumento de los pronósticos catastrofistas, hay otro que podría entrar en erupción mucho antes.
Se trata de un supervolcán durmiente ubicado bajo la ciudad de Nápoles, en el sur de Italia, en la caldera volcánica de los Campos Flégreos. Un equipo de científicos de la Universidad de Aberdeen (Reino Unido), la de Texas en Austin (EE.UU.) y el INGV Osservatorio Vesuviano de la Universidad de Nápoles (Italia) han localizado una potencial fuente de magma en este supervolcán. Esta es la primera evidencia directa de las conocidas como zonas calientes que 'alimentan' al supervolcán y pueden reunir las condiciones de una erupción.
La zona permanecía relativamente tranquila desde los años 80 del siglo XX, cuando la inyección de magma o fluidos en las estructuras superficiales del volcán causaron pequeños terremotos.
Empleando tecnologías sismológicas, los científicos lograron determinar la ubicación de la zona caliente, donde los materiales a mayor temperatura ascienden y nutren la caldera. El estudio presenta podría ayudar a predecir futuras erupciones volcánicas en la zona.
El principal autor del estudio, el doctor Luca De Siena, de la Universidad de Aberdeen, explica que esta zona caliente se ubica bajo el municipio de Pozzuoli, en Nápoles y se extiende a una profundidad de 4 kilómetros por zonas marinas.
El científico asegura que esta zona puede ser tanto la localización de una porción de magma, como una "cumbre llena de fluido caliente de una cámara magmática mayor ubicada a mayor profundidad".
En su estudio los científicos también aseguran que el magma no salió a la superficie en los años 80 del pasado siglo porque una formación rocosa de una profundidad de 1 a 2 kilómetros bloqueó su camino. La relativamente baja actividad sísmica en el área en aquella época puede implicar, a su vez, que el volcán podría ser aún más peligroso de lo que pensamos por la presión acumulada dentro de la caldera.
Asimismo, De Siena advierte que el peligro puede tener su foco muy cerca de las zonas más densamente pobladas de Nápoles. "No podemos decir en qué se traduce si hubiera que hacer una escala en relación a las posibilidades de una futura erupción, pero no hay duda de que el volcán se está volviendo más peligroso", concluye el científico.