María, un huracán de categoría 5 en la escala Saffir-Simpson, podría convertirse en el más voraz que ha azotado Puerto Rico en los últimos 89 años.
Según Bill Karins, meteorólogo entrevistado por NBC News, la isla no había sido víctima de un fenómeno de tales proporciones desde 1928. Se espera que el huracán toque tierra el próximo miércoles por la tarde y las autoridades ya han declarado una alerta roja.
El gobernador de Puerto Rico, Ricardo Roselló, aseguró que María será "más devastador que Irma", en referencia al coletazo de pasado huracán que dejó sin electricidad a buena parte de la isla. La alerta está activa para Puerto Rico y las islas municipio Vieques y Culebra.
"Un aviso de huracán significa que condiciones huracanadas son posibles en el área bajo la alerta. Las preparaciones para proteger vida y propiedad deben ser completadas lo antes posible", se lee el boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH), citado por el diario Primera Hora.
Aunque los habitantes de la isla comentan en redes que se evidencia la carestía de productos de algunos primera necesidad, Roselló dijo esta mañana en conferencia de prensa que hay "suficientes suministros de alimentos y agua" para los próximos días, refiere el periódico local El Nuevo Día. Entretanto, el secretario del Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO), Michael Pierlusi, afirmó que el abastecimiento de combustible podrá satisfacer la demanda.
"Les adelanto que hay suficiente gasolina regular y premium, diésel y gas licuado para entre 20 y 30 días, pero esto es para consumidores", explicó Pierluisi, citado por el mismo diario.
Luego de que el huracán alcanzara categoría 4, el gobernador Roselló dio una conferencia de prensa para reiterar que los habitantes de Puerto Rico "ejecuten su plan de emergencia familiar ahora. Pongan en prioridad a los suyos. Que puedan salir de las áreas de peligrosidad".
Hasta ahora se han habilitado casi 500 refugios y se anunció que las interrupciones prolongadas del servicio eléctrico son muy probables. Por ahora, el gobierno local descarta declarar un toque de queda para prevenir saqueos o vandalismo.