El pasado 19 de septiembre, un terremoto de magnitud 7,1 paralizó el centro de la República Mexicana. Los ciudadanos fueron los primeros en salir a las calles y ofrecer comida, vivienda, asistencia médica y apoyar en la búsqueda y rescate de personas extraviadas.
RT en Español acudió a diversos puntos de la capital del país a darle voz a todas esas personas que, sin ningún motivo más que el de ayudar, apoyaron a sus familias, vecinos e, incluso, a desconocidos.
Ramiro Olivares, publicista
"La tarde del 19 de septiembre, un grupo de amigos y yo acudimos al Colegio Enrique Rébsamen, ubicado en la delegación Tlalpan, sin saber que había gente atrapada entre los escombros. Aún no llegaban los elementos de la Marina ni del Ejército Mexicano. Fue así que tomamos la decisión de gritar por los huecos del edificio derrumbado para entrar en contacto con posibles víctimas. Al percatarnos que existían niños asustados entre los bloques de concreto, decidí llamarlos con una lámpara hasta que pudimos sacar a un par de ellos del lugar".
Martha Anaya, diseñadora industrial
"En cuanto supe que mi sobrina había desaparecido, emprendí una búsqueda exhaustiva junto con mi familia. Ella transitaba por la colonia Condesa, cuando se derrumbó un edificio ubicado en la avenida Álvaro Obregón. Al parecer, entró en pánico y se desvaneció muy cerca de la zona de conflicto. Cuando llegamos al lugar, un grupo de jóvenes había comenzado a remover tierra y paredes de concreto. Pasamos tres horas en el lugar tratando de hallar a Mariela. Según lo que nos contaron testigos, al parecer mi sobrina tropezó con algunas rocas de la construcción y pudo quedar prensada en un espacio que se formó con dos trabes de concreto que le salvaron la vida".
Pablo Durán, ingeniero civil
"No he dormido, estoy despierto desde las 6:00 de la mañana que acudí al trabajo. El temblor nos obligó a salir de la oficina, pero no a quitarnos de las calles. Hay mucha gente que necesita nuestra ayuda. He participado en varias cuadrillas de rescate de Protección Civil, también he auxiliado a algunos integrantes del Ejército mexicano y al grupo de rescate Topos, para saber cómo y dónde podemos hacer cortes en el concreto para entrar por los edificios dañados. ¡En fin! El trabajo no ha terminado. México se puede levantar de este gran desastre, pero tiene que ser gracias a sus ciudadanos, no por la escasa ayuda del Gobierno".
Margarita López, vendedora ambulante
"Desde la tarde del 19 de septiembre, no hemos parado de ayudar a las víctimas del terremoto. En cuanto supe que había muchas personas desamparadas, decidí donar gran parte de la mercancía que vendo en la Central de Abasto, ubicada en la delegación Iztapalapa. Junto con mi esposo y mis dos hijas, conformé un grupo de apoyo para brindar emparedados, agua embotellada, comida enlatada, papel de baño y algunas medicinas".
Carlos Romero, estudiante de arquitectura
"Un grupo de compañeros de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y yo decidimos acudir a las zonas con mayor probabilidad de derrumbes, tal es el caso de las colonias Del Valle, Coyoacán, Roma y Condesa. Hemos dado asesoría a los ciudadanos acerca del estado arquitectónico de sus hogares y hemos respondido algunas de las muchas peticiones que nos llegan a través de Twitter con el 'hashtag' #RevisaMiGrieta. Es importante mantener la calma y atender las indicaciones del equipo de Protección Civil de la Ciudad de México".
Josefina Batalla, ama de casa
"Es curioso que a 32 años del sismo que azotó a México en 1985, se repita la historia. Debido a ello, organicé junto con mis vecinas en la colonia Polanco, un programa de ayuda al que denominamos #MiCasaEsTuCasa, en el que pretendemos brindar ayuda médica a las personas que lo requieran, así como dotar de agua, alimentos y atención psicológica a los afectados. En los próximos días, acondicionaremos al menos cinco estacionamientos de nuestras casas para brindar refugio temporal a las víctimas, en las calles de Horacio, Homero, Aristóteles y Eugenio Sue".
José Luis Montenegro