Un total de 61,5 millones de alemanes están llamados este domingo, 24 de septiembre, a las urnas para elegir a los nuevos miembros del Bundestag, o el Parlamento Federal, y el Gobierno que dirigirá el país durante los próximos 4 años. Aunque las encuestas dan una clara victoria electoral al partido de la actual canciller, Angela Merkel, todo indica que necesitará gobernar en coalición.
Miguel Ángel Benedicto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea, analiza con RT estos comicios, cuyos resultados aclararán las dos grandes incógnitas de estos momentos: la composición del futuro Gobierno alemán y cuál será el principal partido de la oposición.
RT: Según las encuestas, no hay ninguna duda sobre que Ángela Merkel ganará estas elecciones, aunque sin mayoría para gobernar en solitario. ¿Qué coaliciones son más viables?
M.A.B.: Hay varias coaliciones factibles. Una es la CDU, el partido de Merkel, con el SPD, los socialdemócratas. Es decir, reeditar la coalición anterior. Aunque, por un lado, es factible, por otro lado, es difícil, porque a los socialdemócratas todo parece indicar que les va a pasar factura en estas elecciones la actual coalición con Merkel. Primero hay que ver si finalmente quedan por encima de ese 20 - 22 por ciento del voto, ya que por debajo de este porcentaje sería un auténtico fracaso para los socialdemócratas. Por tanto, volver a gobernar con Merkel les debilitaría todavía más y no les permitiría ejercer esa oposición que, según las encuestas ahora mismo, ejercería, en ese caso, el partido de la ultraderecha, Alternativa por Alemania.
La segunda es Merkel y los liberales, el FDP. Esta sí que es posible, pero por el porcentaje de voto que indican las encuestas, probablemente necesitarían también a Los Verdes. Es lo que llaman la coalición Jamaica. El problema es que el Partido Liberal ya gobernó con Merkel y, luego, también le pasó factura. Pero bueno, podría ser una coalición factible. Incluso ellos podrían pedir a cambio que el nuevo ministro de Finanzas fuera del Partido Liberal, ya que Schäuble parece que no va a continuar.
RT: Doce años consecutivos al frente del Gobierno alemán y parece que repetirá mandato. ¿Cómo es posible que Merkel haya mantenido el liderazgo durante tanto tiempo sobreviviendo, incluso, a una crisis económica?
M.A.B.: Claramente, porque a Alemania le ha ido bien. Fue el canciller socialdemócrata Schröder quien, en su momento, hizo los recortes y, digamos, Merkel se ha aprovechado de esa situación y la economía ha funcionado bien: Alemania crece, exporta, su industria va bien, el paro es bajo… Es decir, la mayoría de los alemanes están contentos con su trabajo y es porque Merkel lo ha hecho realmente bien para Alemania. Ha ganado tres elecciones seguidas y va a por su cuarto mandato.
Luego, además, ella es muy hábil. Se ha convertido en un política centrista, o de centro-derecha, pero de centro, al fin y al cabo, porque también ha hecho algunas políticas con las que, en el fondo, le ha robado el protagonismo a los socialdemócratas: la subida del salario mínimo interprofesional, poner fin a la carrera nuclear, evitar la brecha salarial entre sexo masculino y femenino e, incluso, el propio matrimonio homosexual, donde ella era contraria a este tema pero ha dejado hablar. También hizo la política de los refugiados. Alemania ha acogido a más de un millón de refugiados desde 2015. Todas estas políticas, que habrían sido más del Partido Socialdemócrata, Merkel ha sabido rentabilizarlas y atribuirse esos logros de cara a la izquierda. Por lo tanto, le ha quitado también espacio político a los socialdemócratas.
En definitiva, por un lado, ha capeado muy bien la economía y, por otro, ha hecho muy bien unas políticas centristas y ha sabido rentabilizar las políticas tanto a la derecha como a la izquierda del espectro político. Se ha convertido en esa madre de los alemanes o 'la Mutti', como dicen ellos.
RT: Los socialdemócratas cogieron mucha fuerza con la llegada de Martin Schulz, expresidente del Parlamento Europeo. Sin embargo, poco a poco, según las encuestas, han ido desinflándose. ¿A qué se ha debido?
M.A.B: La verdad es que cuando llegó Martin Schulz parecía que iban a superar ese listón del 30 por ciento. Sin embargo, ahora estamos viendo, conforme se acerca el 24 de septiembre, como el porcentaje de voto en las encuestas se acerca peligrosamente al 20 por ciento. El resultado del 2009 fue del 23 por ciento y en el 2013 fue del 26 por ciento. Estar por debajo de esas cifrassería un fracaso para Schulz y, además, el Partido Socialdemócrata seguiría la senda de otros partidos socialistas en Europa, como ha sucedido en Holanda, en España, en Grecia, etc. que se han ido derrumbando poco a poco.
Hay que esperar a ver qué sucede, pero las encuestas ven difícil reeditar el resultado de 2013. Yo creo que, en parte, es porque la señora Merkel les ha cogido el terreno político y ha rentabilizado esos logros que serían más de la izquierda que de un partido como la CDU.
RT: Una lectura importante que arrojan las encuestas es que los ultraderechistas de Alternativa por Alemania entran en el Bundestag por primer vez y, dependiendo de la coalición de Gobierno, podrían convertirse en el principal partido de la oposición. ¿Cómo valora esta posibilidad?
M.A.B: Sí, dependerá del tipo de coalición, pero si los resultados son los que marcan las encuestas ahora mismo, podrían alcanzar hasta un 15 por ciento del voto, eso sería un gran éxito para Alternativa Por Alemania y un fracaso tanto para Alemania como a nivel europeo, porque sería el único país en el que en las últimas elecciones habría un fuerte ascenso de estos partidos de la extrema derecha. Obviamente, lo ha habido también en Holanda, lo ha habido también en Francia, pero las encuestas marcaban unos resultados que luego no se han cumplido. Es importante ver el porcentaje de votos y escaños que van a obtener. Pero, según las encuestas, si Merkel acaba gobernando con Schulz, Alternativa por Alemania se convertirá en la oposición. Y eso les dará voz.
Yo creo que cogen ese voto de los descontentos, es decir, es un voto realmente de protesta, un voto transversal, pudiéramos decir, es un voto 'antistablishment', un voto antiislam, un voto antirefugiados, es un voto antiglobalización y, también, un voto antieuro, que recordemos que fue como ellos comenzaron. Todo los votos 'anti', de descontento, de protesta, lo recogería Alternativa por Alemania.
Es también un partido que territorialmente está en el Este, donde tiene un mayor número de votantes, pero yo creo que es un partido transversal. Si consigue 4 o 5 millones de votos ya no estaríamos hablando de un partido menor, sino que se convertiría en el tercer partido en Alemania.
RT: Otro dato importante que reflejan las encuestas es el regreso del Partido Liberal al Bundestag. ¿Cambiará mucho el escenario político?
M.A.B: Después de la travesía del desierto que han tenido tras esa primera coalición que hicieron con la CDU, parece que pueden confirmarse como cuarto partido en estos momentos. Les permitiría, en este caso, volver a ser un partido con posibilidad de entrar en un Gobierno de coalición, junto a Los Verdes y la CDU, y les pondría de nuevo en el candelero, después de ese tropiezo en las anteriores elecciones.
Ellos políticamente son liberales en economía. Quizá para el tema europeo no vendría mal que ellos entraran. Y probablemente Merkel les podría ofrecer el ministerio de Finanzas, ese ministerio que ha estado ocupando Schäuble en los últimos tiempos. Incluso esa posible Unión de Transferencias Fiscales en la Unión Europea (UE) sería, a lo mejor, más fácil con el Partido Liberal en coalición que con el SPD de Schulz.
Por otro lado, a los liberales les preocupa más el tema del impacto que pueda tener la inmigración, les preocupa también el tema de la identidad. Es decir, ellos tienen todo esto en su agenda. Habría que ver cómo podría negociarse todo esto en un futuro en un Gobierno con Merkel, aunque ya hemos visto que después de dar paso al millón de refugiados parece que Merkel no quiere repetir ese tipo de políticas. Obviamente, si entra el Partido Liberal en la coalición, habría más preocupación con el tema de la inmigración o más control.
RT: ¿Y cuál sería el escenario perfecto para la UE? ¿Cómo funcionaría ese eje Macron - Merkel?
M.A.B.: Obviamente, si Merkel gana y gobierna en coalición con el partido de Schulz, eso sería lo mejor para la UE. Tendríamos dos países pro-europeos. Merkel y Schulz en Alemania y, luego, un Macron en Francia, que también quiere revitalizar esa UE. Ese sería quizás el mejor escenario para que la UE avanzara hacia la construcción de esa Europa federal y en la cual los Estados nación cedan más competencias a las instituciones de la UE.
Quizá también Merkel piense que, si esta es la última vez que se presenta a unas elecciones y quiere dejar un legado europeo, podría ser parte de ese legado la construcción de la Unión Fiscal. Vamos a ver si esto, junto con Macron, lo ponen en marcha o no. También va a depender de lo que haga Macron, porque tiene muy buenas ideas, pero luego las ideas hay que ejecutarlas. En este sentido, Alemania también le podría exigir a Francia que ponga en marcha esas reformas que Macron está prometiendo, pero que tendrá que ejecutar. Una vez que las ponga en marcha, muy probablemente, Alemania también ceda en otras cosas y entre ambos países formen ese eje centro - alemán que le ha venido tan bien a Europa y que podría reeditarse con este duo al frente de la UE.
Hay que tener en cuenta que Alemania tiene un gran poder de veto ahora dentro de la UE. Francia haría de contrapeso también. A Alemania se le ha dado mal llevar la voz cantante de Europa, no ha sido un país visionario. El país más visionario, quizás, ha sido siempre Francia. Pero yo creo que entre los dos sí que podrían ayudar a tirar del carro de la UE. Sobre todo, intentar construir una Unión Económica y Monetaria más fuerte para evitar crisis como la del euro, avanzar en los temas de defensa, donde parece que ambos países estarían de acuerdo, construir el pilar social, y, en definitiva, avanzar hacia una Europa más unida.
María Jesús Vigo Pastur