El presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Evo Morales, ha insistido en la Asamblea General de la ONU en su idea de crear una "ciudadanía universal" que acabe con las prácticas que criminalizan a los migrantes.
No es la primera vez que el líder indígena realiza esa propuesta. De hecho, el pasado mes de junio el mandatario convocó en su país la Conferencia Mundial de los Pueblos por un Mundo sin Muros, hacia la Ciudadanía Universal.
"No puede existir en el mundo ningún ser humano ilegal, sin comunidad, sin libertad y sin ciudadanía. Que no se nos chantajee con muros para reducir aún más nuestros derechos laborales, lo que ahora reclamamos es que no se criminalice a los migrantes", declaró en aquella ocasión Morales, citado por el diario 'Los Tiempos' de Cochabamba.
Crisis migratoria
Con su propuesta, el presidente boliviano pone el dedo en la herida, luego de una serie de polémicas decisiones migratorias asumidas por varios países.
En EE.UU., por ejemplo, los cambios en materia de inmigración, adoptados por el nuevo gobierno, son motivo de una intensa polémica. No solo por la terca decisión de Trump de cerrar completamente los límites con México, mediante la finalización del muro fronterizo; sino porque también ha solicitado al Congreso la eliminación del programa 'Acción Diferida para los Llegados en la Infancia' (DACA, por sus siglas en inglés) y que ha protegido de la deportación a 800.000 inmigrantes ilegales que eran menores de edad cuando llegaron al país.
Mientras, en Europa al menos 2.500 personas han perdido la vida en aguas del Mediterráneo en lo que va de 2017, según la Organización Internacional para las Migraciones de la ONU. Según sus cifras, 133.500 migrantes y refugiados llegaron a Europa por mar en 2017.
El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) alertó que las restricciones fronterizas, adoptadas "por algunos países" europeos, provocan que los desplazados recurran a "medios irregulares y peligrosos para viajar y buscar la seguridad".
Decisión involuntaria
La declaración final de la Conferencia Mundial de los Pueblos desarrollada en Bolivia considera a la movilidad humana como "un derecho arraigado en la igualdad esencial del ser humano".
El documento detalla que buena parte de los migrantes no abandonan sus territorios movidos por "una decisión voluntaria", sino que lo hacen de manera forzada. Los delegados asistentes a la conferencia advierten que las principales causas de los flujos migratorios son los conflictos bélicos, las intervenciones militares, el cambio climático y las enormes asimetrías económicas entre los Estados.
Evo Morales señaló en la Conferencia que la construcción de muros entre los países no conseguirá frenar la migración ilegal, ni el tráfico de drogas. "La migración no es la culpable de la inseguridad planetaria, sino la invasión colonial", aseguró el mandatario boliviano.
"El problema no es el indígena, ni el musulmán, ni el comunista, ni el judío, ni el latino o el africano", ya que "el mal viene de adentro mismo de los imperios, de los poderosos, de los que concentran abusivamente la riqueza", señaló en su discurso.
Tendencia en aumento
En relación a los flujos de migrantes, un informe publicado por la ONU asegura que para 2015:
- 244 millones de personas vivían fuera de su país de origen;
- 20 millones de ellos lo hacían bajo la condición de refugiados;
- el crecimiento de cantidad de migrantes ha sido de más del 40% en 15 años;
- esta tasa supera la del crecimiento de la población mundial.
En cuanto a América Latina, según las recientes cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), 30 millones de nativos de la región viven fuera de su país, de los que un 40% son mexicanos, seguidos por colombianos y salvadoreños.
Reto de la ciudadanía
Entrevistado por RT, el periodista y exministro boliviano, Hugo Moldiz, explicó que no se puede entender la propuesta de ciudadanía universal hecha por Evo Morales si no se mira desde la perspectiva de cambiar la relación de fuerzas entre los capitales trasnacionales y los trabajadores.
"Se trata de un tema complejo, porque demandar la ciudadanía universal significa marchar a contramano de la lógica de reproducción del capital, que permite la libre circulación de la mercancía, pero que restringe cada vez más a una de sus fuentes de riquezas y factores de producción, que es la fuerza de trabajo", dijo Moldiz.
En este sentido, recordó que el planteamiento de Bolivia considera que se debe garantizar "la libre circulación del ser humano".
Experiencias previas
El periodista recordó que en el mundo se han ensayado con éxito varias iniciativas de integración migratoria, y puso como ejemplo los acuerdos logrados por la Unión Europea (UE), la Comunidad Andina (CAN), el Mercado Común del Sur (MERCOSUR) o la Comunidad del Caribe (CARICOM).
Para el también académico, "se puede y se debe armonizar la legislación internacional en materia laboral y de derechos humanos, de modo que los desplazamientos no sólo sean forzados por los conflictos".
Ciudadanía vs. trasnacionales
No obstante, Hugo Moldiz observa que, aunque los principales inconvenientes que afronta la ciudadanía universal son "aparentemente normativos", en realidad, se trata de "desmontar la institucionalidad de los países que actúan con criterios de apertura, cuando se trata de los capitales, pero de ofensivacuando se trata de la fuerza de trabajo, es decir de los seres humanos".
El exministro es consciente de que "no es una tarea sencilla", pues las legislaciones migratorias de muchos países, "no son sino una expresión de los intereses de las empresas transnacionales y del gran capital".
Ernesto J. Navarro