El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo este martes en su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU que a EE.UU. no le quedará más alternativa que "destruir totalmente a Corea del Norte" si Washington "es forzado a defenderse y a defender a sus aliados".
En este mismo discurso el mandatario estadounidense apodó "hombre misil" al líder norcoreano, Kim Jong-un, al que acusó de llevar a cabo "una misión suicida para sí mismo y para su régimen".
Sin embargo, algunos asesores principales de Trump afirman que estas palabras no figuraban en el borrador del discurso aprobado por los altos funcionarios norteamericanos y que fueron improvisados por el presidente. Más aún, aseguran que antes de su intervención advirtieron a Trump varias veces de que no insultara directamente a Kim Jong-un en su discurso, informa 'Los Angeles Times', que cita a dos funcionarios anónimos de EE.UU.
Las fuentes subrayan que el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., Herbert McMaster, fue uno de los que advirtieron a Trump del peligro de un ataque verbal personal o de una provocación dirigida al líder norcoreano, lo que podría conducir a una mayor escalada de tensión y al fracaso de cualquier posibilidad de negociar la crisis norcoreana.
De hecho, las atrevidas palabras del mandatario norteamericano no tardaron en desatar la dura respuesta de Pionyang. Este sábado el ministro de Exteriores de Corea del Norte, Ri Yong-ho, dijo en su discurso ante la Asamblea General de la ONU que Trump cometió un "error irreversible" cuando llamó "hombre misil" al líder norcoreano, lo que —según dijo— "hace aún más inevitable" la "visita" de los misiles norcoreanos "al territorio continental de EE.UU."
John Park, especialista en el Noreste de Asia de la Escuela de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad Harvard (EE.UU.) considera que estos insultos de estilo 'ojo por ojo' han creado "una nueva realidad" y que, probablemente, han cerrado cualquier oportunidad de entablar negociaciones para frenar el programa nuclear de Corea del Norte.
El experto explica que, debido a las ejecuciones de disidentes norcoreanos, no hay nadie en el país asiático que se atreva a sugerir la posibilidad de abrir una vía diplomática, ya que "este individuo estaría contradiciendo al líder, lo que resultaría letal".