El bloque formado por la Unión Demócrata Cristiana (CDU), liderada por la actual canciller Angela Merkel, y la Unión Social Cristiana (CSU) ha ganado las legislativas de Alemania con el 33 % de los votos, según los resultados oficiales anunciados tras el recuento en los 299 distritos electorales.
Por su parte, el Partido Socialdemócrata (SPD), el principal rival del partido de la canciller, obtuvo el 20,5% de los votos. El resultado del SPD es el más bajo en la historia de la posguerra en Alemania, mientras que el resultado del CDU/CSU es el peor desde 1949.
El partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se ha situado como tercera fuerza del Parlamento con el 12,6 % de los votos, donde tiene representación por primera vez.
El AfD participa por segunda vez en las elecciones alemanas: en 2013, el partido ultraderechista no logró superar el umbral necesario del 5 %.
Otros partidos que también superaron el umbral del 5 % de los votos y entraron al Budenstag son el Partido Democrático Libre (FDP) con 10,7 %, el Partido de la Izquierda con 9,2 % y el Partido de los Verdes con el 8,9%.
El nuevo Bundestag tendrá 709 diputados: 246 del CDU/CSU, 153 del SPD, 94 del AfD, 80 de los demócratas libres, 69 de la Izquierda y 67 de los Verdes.
Ahora se espera que la CDU/CSU, los Verdes y los demócratas libres formen la llamada coalición Jamaica para gobernar, puesto que el SPD declaró que será opositor, y otras coaliciones no obtendrían una mayoría en el Parlamento.
Aunque el SPD decidió postularse como partido opositor al bloque de la canciller, ambas formaciones coinciden en valorar la llegada del AfD al Parlamento como una mala noticia. Mientras Schulz ha confesado sentirse "preocupado" por los logros de la ultraderecha, Angela Merkel ha declarado que representan "un gran desafío" y ha agregado que su partido está dispuesto a trabajar para "recuperar los votos" emitidos a favor del AfD.