Tres semanas después del paso del huracán Irma por el Caribe, las autoridades de las zonas afectadas siguen mitigando sus devastadores efectos. En la isla de Barbuda, más del 90% de la infraestructura ha quedado destruida, lo que supone que por primera vez en 300 años nadie puede vivir en ese territorio.
Los desplazados se encuentran en la isla de Antigua, cuyo único estadio ha pasado de casa del deporte nacional a hogar de los ciudadanos de Barbuda, que no tienen donde volver. Allí comen, pasan el día y la noche algunos de los desalojados. Incluso el vestuario del equipo visitante se ha convertido en el alojamiento de familias enteras.
Hogar lejos del hogar
"Estar lejos de tu casa, en un refugio donde no estás acostumbrado a esta vida, compartir el baño con personas con las cuales no convives, no es tu familia…por supuesto que quieren volver a casa (…) Este es su hogar lejos de su hogar", comentó a la corresponsal de RT Helena Villar la gerente del refugio, Denise Harris.
Pese a las incomodidades, la mayoría de los residentes permanecen tranquilos. Todos insisten en contar cómo sobrevivieron al huracán.Cuando Irma atravesó la isla, su diámetro era seis veces mayor al del territorio. La devastación supera el 90%.
"Me escondí en la pared de la cocina que se construyó hace 14 años. Gracias a Dios. En la casa donde estaba el techo desapareció", relató el desplazado de Barbuda Eustace. Otro, de nombre Diann, describió de esta forma la llegada del ciclón: "Fue terrible. En la calle, en las casas de la gente, los techos estaban en las calles, sus ropas, sus cosas, la línea eléctrica se vino abajo".
Se calcula que hasta 200 personas —de unos 1.800 desplazados en total— se han instalado para vivir en el estadio. Impresiona ver cómo esta todo, como están las condiciones en las que viven con un césped que está perfectamente preparado para albergar un partido de criquet en los próximos días.
¿Desplazados a largo plazo?
En el estadio la emergencia intenta convivir con la normalidad, porque tampoco hay fecha de regreso a Barbuda, que por primera vez en 300 años está deshabitada. Según el primer ministro de Antigua y Barbuda, países como Venezuela, China, Cuba o los Emiratos Árabes han aportado una buena suma de medios y bienes de primera necesidad. Sin embargo, el líder político añadió que la ayuda debe contemplarse a largo plazo.