"Estamos ocupados construyendo armas nucleares en lugar de trabajar juntos para salvar nuestro planeta", lamenta el paleoclimatólogo Andrew Glikson, advirtiendo que, si estalla una guerra nuclear y siguen incrementando los niveles atmosféricos de dióxido de carbono (CO₂), podría surgir una nueva era geológica radiactiva denominada Plutoceno.
"He acuñado el término Plutoceno para describir un periodo posterior al Antropoceno, marcado por una capa sedimentaria en los océanos rica en plutonio", indicó el científico de la Universidad Nacional de Australia para 'The Conversation', vaticinando que la recién proclamada era del Antropoceno podría no ser prolongada.
Glikson señala que el Plutoceno estaría marcado por condiciones hostiles para la vida tal y como la conocemos: la temperatura atmosférica promedio aumentaría hasta 4 grados centígrados por encima de la que había en tiempos preindustriales, y el nivel de los océanos subiría entre 20 y 40 metros por encima del actual.
Los seres humanos que sobrelleven estas condiciones (y las consecuencias de una catástrofe nuclear) "se verán obligados a emigrar a zonas de mayor latitud y altitud para sobrevivir", explica el especialista climático. No obstante, la humanidad podría no correr con la suerte de sobrevivir.
"El escenario más extremo es que la evolución dé un nuevo giro: uno que favorezca a los animales mejor equipados para soportar el calor y la radiación", aseveró Glikson.
El paleoclimatólogo agrega que la duración futura del Plutoceno dependería de dos factores: de la vida media del plutonio radioactivo 239 —utilizado en la producción de armas nucleares—, y del tiempo potencial que el CO₂ vaya a permanecer en la atmósfera, que dan como resultado una ventana de entre 20.000 y 24.100 años.