Un enfrentamiento entre la policía y campesinos en el suroeste de Colombia ha dejado al menos nueve víctimas fatales y 18 heridos.
Los hechos ocurrieron este jueves en Tumaco, donde cultivadores de coca protestaban para evitar la erradicación forzosa de sus cultivos por parte del Ejército. La versión de las víctimas es que la fuerza pública arremetió violentamente contra un cordón humano, refiere Telesur.
Según la versión de las autoridades, que recoge El Espectador, la protesta fue "infiltrada" por miembros disidentes de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), quienes abrieron fuego contra el Ejército y los manifestantes.
El Ministerio de Defensa asegura a través de un comunicado que sus "indagaciones preliminares" responsabilizan de las muertes a alias 'Guacho' y a un grupo de disidentes de las FARC. Según el Ejército, los excombatientes llevaron a los campesinos forzosamente a la marcha y "lanzaron al menos cinco cilindros bomba contra los integrantes de la Fuerza Pública y contra la multitud que se encontraba en el lugar, después de lo cual atacaron con fuego indiscriminado de fusiles y ametralladoras a los manifestantes y a las autoridades".
Esta versión ha sido rebatida por organizaciones campesinas como la Asociación de Juntas de Acción Comunal de los ríos Mira, Nulpe y Mataje (Asominuma): "El informe de Ejército y Policía, en un intento para justificar su accionar desmedido e irracional, en una clara vulneración a los derechos humanos, trata de hacer creer que el motivo de su agresión obedece a que previamente se habría presentado el lanzamiento y explosión de cinco cilindros bomba de los cuales no existe la mínima evidencia en el lugar de los hechos".
Para los campesinos, lo que prueba que no detonó ningún cilindro en contra de la policía es que no figura ningún agente en el listado de víctimas fatales o heridos con esquirlas ni disparos de fusil. "De haber existido la explosión, el radio de acción hubiese sido incalculable y, seguramente, las víctimas no serían solo los miembros de la comunidad", agrega el texto de Asominuma.
En su llamado las organizaciones civiles piden a la Policía y al Ejército "que se remitan a informar la realidad y con imparcialidad la ocurrencia de los hechos" en esa localidad, que ocupa el primer lugar de homicidios y de producción de coca en Colombia.