La ruptura de un iceberg desvela un ecosistema oculto durante más de cien mil años

El A-68, que se desprendió de un témpano antártico el pasado mes de julio, es el iceberg de mayor tamaño registrado en la historia.

El gigantesco iceberg que se separó de la placa de hielo antártica Larsen C en julio pasado va revelando poco a poco un vasto ecosistema submarino que había estado oculto durante miles de años y que los investigadores están empezando a explorar, informa Live Science.

El iceberg, conocido como A-68, se va adentrando en el mar de Weddell, exponiendo así una zona marina de 5.800 kilómetros cuadrados que había permanecido enterrada bajo el hielo en los últimos 120.000 años y estaba unida al océano solo por unas corrientes mínimas, según los científicos del British Antarctic Survey (BAS).

Los científicos creen que los ecosistemas y el agua en estas franjas experimentarán cambios muy rápidos después de que los desprendimientos de hielo los expongan a la luz y al impacto del ambiente marino adyacente.   

Por este motivo, la zona destapada por el A-68 será la primera en obtener protección bajo un acuerdo de 2016 de la Comisión para la Conservación de los Recursos Marinos Antárticos.

El tratado prohibirá actividades comerciales como la pesca o el turismo por un periodo inicial de dos años, que se podría extender otros diez y, potencialmente, indefinidamente, para facilitar la investigación científica en la zona, según el BAS.

Los datos científicos sobre los ecosistemas existentes bajo las placas de hielo antárticas se limitan únicamente a los resultados de dos expediciones en áreas al norte de Larsen C, donde unas secciones de hielo se desprendieron en 1995 y 2002. Sin embargo, se demoró en exceso la llegada de los científicos a estas zonas, que ya estaban en plena colonización por especies ajenas.