Un informe cuestiona el poderío militar de EE.UU.: Su "degradación continua" lo hace "más débil"

Expertos de la Fundación Heritage concluyen que la capacidad general de las Fuerzas Armadas de EE.UU. para afrontar más de un conflicto regional es "mínima".

Si bien el Ejército de EE.UU. sigue siendo el más poderoso del mundo, las fuerzas militares del país afrontan bastantes dificultades relacionadas con el estado obsoleto de equipos y problemas con el personal, expone un detallado estudio publicado el 5 de octubre por el centro de investigación política Fundación Heritage ubicado en Washington.

Bajo el título 'Índice de la fuerza militar de EE.UU.', el informe recopila en detalle "la degradación continua del poder militar duro [military hard power] estadounidense". Según los analistas, "la percepción de la debilidad de EE.UU. en el extranjero y las dudas sobre la resolución de América a la hora de actuar cuando sus intereses están amenazados" crean desafíos de seguridad adicionales para Estados Unidos y sus aliados.

El índice muestra que "la capacidad del Ejército estadounidense para adecuarse a las exigencias de la defensa de intereses vitales nacionales de EE.UU. es mínima". Por lo tanto, el informe considera necesario reactivar el debate sobre la fuerza militar estadounidense disponiendo de datos precisos sobre el estado de sus Fuerzas Armadas.

Equipamiento obsoleto, recortes presupuestarios y escasa formación

Los expertos de la Fundación Heritage aplicaron un sistema de evaluación cinco categorías ("muy débil", "débil", "mínimo", "fuerte" y "muy fuerte") y concluyeron que la capacidad general de las Fuerzas Armadas para afrontar más de un conflicto regional es "mínima".

El informe revisa varios problemas que afectan al Ejército estadounidense.

Pese a todas las deficiencias señaladas por la Fundación Heritage, Estados Unidos goza del ejército más poderoso del mundo, superando su gasto militar al de China, Arabia Saudita, India, Gran Bretaña, Rusia y Japón juntos, según datos de GlobalFirepower.

La Fundación Heritage, creada en 1973, está considerada uno de los centros de investigación conservadores más influyentes de Estados Unidos.