¿Cómo afecta a Cataluña la fuga de empresas?
Uno de los efectos más notorios e inmediatos de la tensión entre independentistas catalanes y el Estado español se ha dejado sentir en el terreno económico, especialmente en el tejido empresarial catalán. Y lo ha hecho en forma de fuga masiva de empresas o, más exactamente, de una oleada de traslados de sedes sociales que dejan de estar en suelo catalán para establecerse en lugares donde la estabilidad económica esté menos amenazada por la incertidumbre política.
CaixaBank, Sabadell, Gas Natural, Catalana Occidente, Service Point, Eurona, Ballenoil, Arquia, Banco MediolanumDogi, Oryzon... la lista es larga y crece a medida que pasan los días y no se aclara el futuro de la cuestión catalana. En palabras de Jose Luís Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y de una emblemática empresa de cava catalán llamada 'Freixenet', "si realmente vamos a una declaración unilateral de independencia, habrá una salida importante de empresas de Cataluña, lo que causará un daño gravísimo a Cataluña".
Ante los últimos movimientos empresariales, algunos economistas y analistas intentan calcular el alcance de los efectos que producirán en la estructura económica de Cataluña. El periodista Raúl Pozo, explica en 'Vozpópuli' que "en principio, los efectos fiscales de la marcha de empresas como CaixaBank, Banco Sabadell y Gas Natural serán mínimos", y que "la situación apenas cambiará en la mayoría de los tributos que recaudan las administraciones autonómica y local".
Sedes sociales y sedes operativas
A continuación, Pozo establece un matiz importante a la hora de comprender la verdadera naturaleza y el alcance de estos traslados: "Al tratarse de un simple cambio de sede social, el grueso de la actividad industrial seguirá llevándose a cabo realmente en Cataluña. De esta forma, en el caso de los bancos, las sucursales y los cajeros automáticos seguirán dando servicio a los clientes y, por lo tanto, pagando sus correspondientes impuestos en aquellas administraciones donde las corresponda por su situación".
En este mismo sentido, la periodista Ruth Ugalde, indicó en 'El Confidencial', que "la clave de cómo puede terminar afectando este anuncio de traslados de grandes compañías está en dónde terminen radicando sus sedes operativas, más allá del domicilio social, ya que los cuarteles generales de las grandes compañías son polos de atracción de más negocios y creación de empleo".
Raúl Pozo señala en su artículo la importancia del Impuesto de Sociedades, que aunque "tampoco se dejará sentir en las arcas catalanas puesto que este tributo es recaudado en su totalidad por el Estado", es un importante componente de la suma de dinero "que se destina posteriormente a las diferentes transferencias autonómicas, en sus distintas variedades, incluyendo el Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) y el Fondo de Garantía".
Importancia simbólica y financiera
En RT hemos recurrido al punto de vista de Gustavo Matías Clavero, economista y profesor de Estructura Económica y Economía del Desarrollo en la Universidad Autónoma de Madrid para entender mejor el modo en que esta fuga de compañías de Cataluña pueden afectar al futuro económico de la región.
El profesor nos recuerda que Cataluña parte de una situación de baja credibilidad en los mercados, y que estos desplazamientos de sus empresas hacia el exterior vienen a dañar una economía que ya de por sí presenta una cotización débil, "porque contribuyen a crear una situación de incertidumbre. Si Cataluña tuviera que cotizar en los mercados como estado independiente, pues nadie le daría crédito. Hay que tener en cuenta que como comunidad autónoma tiene ya un nivel casi de bono basura. En esta situación de fuga de las empresas que sustentan esa economía, pues el crédito que recibiría en los mercados sería aún menor". Esta sería la repercusión en el ámbito financiero; Matías señala otros problemas previsibles como "el deterioro de las redes comerciales, las consecuencias que esto pueda tener en el empleo o en la generación de otras actividades comerciales, etcétera".
Teniendo en cuenta que las mudanzas que están realizando las compañías catalanas implican principalmente el traslado de su sede social, pero que mantienen gran parte de su actividad industrial en cataluña, preguntamos a Gustavo Matías hasta que punto este desplazamiento deja un vacío importante en la economía catalana: "Es importante a nivel simbólico, pero también financiero –nos responde el profesor–. A medio y largo plazo, eso tiene repercusiones. Efectivamente, las repercusiones en el empleo y en la actividad no están tan claras. Las empresas que tengan cobertura de unas actividades sostenidas con empleo, de momento la mantienen. Ahora bien, al cambiar la sede social, cambian las estrategias de planificación y organización de la producción en el futuro, y está claro que siempre tienen prioridad las zonas más cercanas a la sede principal".
En cualquier caso, la localización definitiva y los cambios en la configuración de estas empresas –y por lo tanto del tejido industrial y empresarial catalán–, es todavía una incógnita, y lo seguirá siendo mientras dure la incertidumbre política en la región. Todos los movimientos efectuados hasta ahora son revocables y tienen un carácter provisional. Finalmente, las sedes sociales de las empresas terminarán estableciéndose en el lugar que más beneficie a sus objetivos corporativos. En medio de una aguda crisis institucional que enfrenta al Estado español y a la Generalitat, es imposible saber cuál es ese lugar; lo único claro es que Cataluña no parece serlo en este momento.
David Romero