Tras la petición del presidente del Gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, de suspender la declaración de independencia para buscar el diálogo y la mediación internacional, representantes de movimientos independentistas escoceses y flamencos consideran que esto ha provocado un "anticlímax" en la región.
"Teníamos botellas de champaña preparadas para una fiesta esta noche, pero las mantuvimos en la nevera porque fuimos defraudados por el anticlímax de este día", afirmó a RT Bernard Daelemans, miembro del Movimiento de los Pueblos Flamencos.
Sin embargo, Daelemans sostiene que la salida negociada por la que optó Puigdemont busca evitar que se repitan actos violentos, en medio de la "terrible presión" del Gobierno de España a través de "intimidación y violencia". "No creo que la salida de este enfrentamiento venga del lado español", agrega.
Jonathon Shafi, representante del movimiento por la independencia de Escocia, Campaña de Independencia Radical, también ha criticado las acciones de Madrid y asegura que la presión excesiva y la violencia del Gobierno central "van a hacer este proceso muy largo".
"La forma en que el Estado se ha comportado revela que hay un vínculo con el patrimonio y la historia. Recordamos a Franco [dictador militar español], y mucha gente en Cataluña ve el fantasma de Franco y quieren extinguirlo para siempre", concluye Shafi.