¿Cómo afectan las armas electromagnéticas estadounidenses a Rusia?

Las guerras del futuro implicarán una participación humana limitada y un masivo empleo de vehículos no tripulados equipados con armas electromagnéticas.

Últimamente, se escuchan con cada vez más frecuencia informes de que países como EE.UU. o China están desarrollando potentes armas electromagnéticas. La idea suena casi a ciencia ficción y poco se sabe todavía al respecto a este campo, pero los especialistas en esos países son conscientes de que precisamente son este tipo de tecnologías las que determinarán el curso de las futuras guerras, informa el portal Lenta. En cuanto a Rusia, ¿está capacitada para responder a este tipo de desafíos?

¿Qué es un arma electromagnética?

Las guerras del futuro implicarán una participación humana limitada y un masivo empleo de vehículos no tripulados. Un arma electromagnética es un equipo generador de importantes cantidades de energía electromagnética que suprime parcial o completamente los sistemas electrónicos de los aparatos enemigos.

Dependiendo de las misiones u objetivos, los emisores de ondas electromagnéticas pueden ser equipados en misiles, vehículos no tripulados, instalarse en vehículos blindados, aviones o buques, así como también pueden encontrarse en instalaciones fijas. Las armas electromagnéticas actúan en un área de varias decenas de kilómetros, afectando todos los sistemas electrónicos que se encuentren dentro de su radio de acción.

¿Cuáles son los avances de EE.UU. y China?

Los primeros prototipos de armas electromagnéticas surgieron en los años 1950 en la antigua Unión Soviética y en EE.UU., pero solo en las últimas dos o tres décadas se ha logrado crear dispositivos compactos que no requieren de una gran cantidad de energía.

En el año 2001, se reveló que el Pentágono ya contaba con una arma electromagnética, el VMADS (Sistema activo de negación montado sobre vehículo), también conocido como 'rayo de dolor', que calienta la piel de una persona hasta aproximadamente los 55 grados centígrados y lo inhabilita por sofocación. Sin embargo, el objetivo final del VMADS es la destrucción de máquinas. Mientras, en el 2012, EE.UU. probó con éxito un misil con una bomba electromagnética capaz de destruir los sistemas electrónicos enemigos sin causar víctimas colaterales y otro sistema radioelectrónico terrestre de supresión de drones.

Similares trabajos se están llevando a cabo en China, donde hace poco se anunció la creación de un dispositivo cuántico que permite detectar submarinos a una distancia de unos seis kilómetros, mientras que con los dispositivos tradicionales un sumergible pueden ser detectado a una distancia mucho más reducida, a unos pocos cientos de metros.

¿Y Rusia?

Rusia ya cuenta en su arsenal con armas electromagnéticas, como el vehículo blindado de desminado remoto Listva, equipado con una antena de radar para detectar y eliminar minas con ondas de radiación de microondas. Pero también posee sistemas más complejos como el Afganit, que son instalados en los modernos vehículos de combate de la plataforma Armata. Además, en los últimos años se han desarrollado más de una decena de diferentes dispositivos de guerra electrónica.

Por ejemplo, el Ejército ruso ya está provisto de un sistema aerodinámico que simula un ataque de misiles en grupo, desorientando así a las defensas antiaéreas enemigas. Además, está previsto que en los próximos tres años los cazas Su-34 y Su-57 sean dotados con esos aparatos electromagnéticos.

En la actualidad, Rusia está a la vanguardia en cuanto a este campo. "Tanto en EE.UU. como en China, este tipo de tecnologías se encuentran solo en la fase de pruebas", asegura el editor jefe de la revista especializada en armamento 'Arsenal Otechestva', Víktor Murajovski.

Mientras, el analista militar Samuel Bendett, del Centro de Análisis Navales de EE.UU., declaró recientemente que Moscú es el líder en cuanto a las armas electromagnéticas, y destacando el sistema ruso RB-341V Leer-3 de supresión del sistema global para las comunicaciones móviles GSM.