El presidente de EE.UU., Donald Trump, con su intervención en la Asamblea General de la ONU en septiembre pasado encendió la mecha de la guerra, ha indicado el ministro de Exteriores norcoreano, Ri Yong-ho, en una entrevista con la agencia TASS.
En su primer discurso ante la Asamblea General, Trump arremetió contra el líder norcoreano, Kim Jong-un, a quien se referió como "el hombre misil" que -dijo- lleva a cabo "una misión suicida para sí mismo y para su régimen". Además mencionó que si Washington se ve obligado a defenderse, no tendrá "otra opción que la destrucción total de Corea del Norte".
"Con su declaración belicosa y frenética en la ONU, Trump encendió la mecha de la guerra contra nosotros", dijo el ministro norcoreano de Exteriores, recordando que Kim Jong-un "ya ha advertido a Estados Unidos que debe actuar con sensatez y dejar de provocarnos si no quieren deshonrarse ante todo el mundo al ser golpeados por nuestros misiles".
"Las amenazas hechas por el presidente estadounidense de destruir a Corea del Norte no quedarán sin castigo, el pueblo y las Fuerzas Armadas norcoreanas exigen al Gobierno que castigue a EE.UU. por tales declaraciones", agregó.
Una "lluvia de fuego"
Según Ri, ha "llegado la hora de que EE.UU. pague por todas sus agresiones", y las fuerzas norcoreanas se vengarán de la nación norteamericana mediante una "lluvia de fuego".
Por otro lado, indicó que su país considera las sanciones norcoreanas impuestas por la ONU como una "agresión" contra Pionyang. Al respecto señaló que la responsabilidad de esas medidas punitivas no solo recae sobre EE.UU., como impulsor de las sanciones, sino también en las naciones que votaron a favor de esas resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU.
"El Gobierno de Corea del Norte, reiteradamente ha declarado que cualquier intento de asfixiarnos, bajo los pretextos de la aplicación de la resolución de sanciones, son equivalentes a un acto de agresión y guerra, por lo que nosotros no renunciaremos a utilizar nuestros recursos", destacó el jefe de la diplomacia norcoreana.
Por último, adelantó que es "imposible" iniciar un diálogo entre las dos coreas a menos que Seúl renuncie a su política de "sumisión" ante Washington.