En abril de 2016, en la zona costera de Aspero (Perú) unos investigadores hallaron un cráneo de unos 4.500 años de antigüedad y gravemente deformado que pertenecía a una mujer de la civilización caral, caracterizada por la igualdad entre los géneros.
Pese a su mal estado, esos arqueólogos lograron establecer que se trataba de la calavera de una mujer posteriormente bautizada como la 'Dama de los Cuatro Tupus', voz quechua que refiere a un broche largo.
Los especialistas recurrieron al diseño computerizado para tratar de representar el rostro de esa persona, que murió cuando tenía entre 40 y 50 años y tendría una importante posición social, según asegura la directora de la Zona Arqueológica Caral, Ruth Shady.
Shady explicó que los broches que se encontraban jnto a esos restos óseos los utilizaban "mujeres de prestigio en sociedades tradicionales como símbolos de su condición acomodada" y destacó que este proyecto permite "arrojar un poco de luz sobre una cultura intrincada y basada en la igualdad de género", en la que tanto hombres y mujeres tenían "roles políticos, religiosos y de liderazgo".
El procedimiento
El encargado de recrear a esta mujer fue el artista gráfico brasileño Cicero Moraes, quien describió las dificultades para realizar el trabajo debido a que "la cavidad ocular izquierda" estaba "oscurecida", en parte por la "descomposición de tejidos corporales y por los restos de la manta funeraria que cubría el cadáver".
Además, Moraes precisó que el cráneo estaba "aplanado en las partes superior y posterior, en las regiones parietal y occipital". Según los arqueólogos, algunas civilizaciones andinas antiguas realizaban rituales para deformar de manera intencional esa parte del cuerpo desde el nacimiento aunque, por el momento, se desconocen los motivos.
El hallazgo
El Instituto de Arqueología Americana consideró que el descubrimiento de la 'Dama de los Cuatro Broches' en una cámara funeraria fue considerado como uno de los hallazgos más importantes de 2016.
Ese cadáver momificado cubierto con un paño de algodón, un tejido y una estera de juncos llevaba en su cuello un collar de perlas de moluscos blancos 'Spondylus' y estaba acompañado de un cuenco con ofrendas, vegetales y semillas.
La civilización caral tuvo su esplendor entre 3600 y 1800 a.C. y habría desaparecido debido a los cambios climáticos. Se caracterizaba por su armonía, debido a que no presentaba muros de contención ni existen evidencias de que protagonizaran guerras o realizaran sacrificios humanos. Además, eran comerciantes y promovían la interacción y el intercambio cultural con otras sociedades.
En ese colectivo, anterior al período incaico en unos 4.000 años, la música ocupaba un lugar importante: en uno de sus templos había 32 flautas.