En Venezuela, este domingo 15 de octubre, nuevamente hay elecciones. Han sido así 22 los comicios realizados en 18 años, desde que el fallecido Hugo Chávez, líder de la Revolución Bolivariana, llegó a la presidencia en 1998. Sin embargo, como ha dicho la propia presidenta del Poder Electoral, Tibisay Lucena, el de esta vez ha sido un trabajo "intenso" y en "corto tiempo", debido a que las votaciones fueron adelantadas en medio de la crisis política que vive el país suramericano.
A las 6:00 de la tarde, en los centros que no tenían electores en fila para ejercer su derecho al voto, empezó el proceso de cierre de mesas. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no anunció prórroga alguna; de acuerdo a la legislación, las escuelas no pueden cerrar hasta que no sufrague el último ciudadano presente.
"Сonsolidar la paz y tranquilidad"
El pasado 12 de agosto, en un decreto establecido por la entonces recién electa Asamblea Nacional Constituyente (ANC), se ordenó reprogramar para octubre las votaciones de gobernadores en los 23 estados de país, que inicialmente estaban previstas para diciembre de 2017. Habían pasado menos de dos semanas de los comicios del 30 de julio, en los que más de ocho millones de votantes eligieron a los 545 constituyentes, y que pusieron fin a los casi cuatro meses de protestas violentas que causaron más de cien fallecidos.
En su decreto, la ANC hizo referencia a la necesidad de "consolidar la paz y tranquilidad" que se logró tras las elecciones de julio de este año, y manifestó que por ello adelantaba la fecha de unas elecciones que estaban "pendientes desde diciembre de 2016", según AVN, y cuya realización había exigido de manera constante la oposición al gobierno del presidente Nicolás Maduro.
El 11 de agosto, una vez anunciada la nueva fecha, y mientras algunos candidatos le daban máxima potencia a los motores electorales para aprovechar el corto tiempo disponible, la oposición sufrió una suerte de choque paralizador: sus sectores más radicales, señalados por el Gobierno de alentar las acciones de violencia con fines desestabilizadores durante las protestas, afirmaron que "seguirían en la calle" y que no les interesaba otra cosa que la "salida de Maduro", cuyo periodo presidencial culmina en 2018.
Un día después, el 12 de agosto, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE) adelantaba una cifra que disipó las dudas de quienes pensaban que la oposición iba a abstenerse de participar, como lo hizo en los comicios del pasado 30 de julio y antes, en 2005, en elecciones parlamentarias: un total de 1.276 aspirantes a candidatos se habían postulado en las 23 gobernaciones, de los cuales 523 eran independientes, según reseña AVN. Días después, Lucena informó que 226 personas habían cumplido con los requisitos necesarios y que habían participado 76 organizaciones políticas.
La consigna opositora de "seguir en la calle", que se extendió durante los más de cien días de protestas antigubermentales, se transformó en "seguir en la calle para ganar las gobernaciones" y en "protestar a través del voto". Este cambio de línea, al parecer, confundió a algunos potenciales electores y desanimó a otros.
Sin embargo, sectores ultrarradicales como el partido Vente Venezuela, dirigido por la derechista María Corina Machado, van más lejos y acusan de ilegítima a la ANC, por lo que, desde su punto de vista, cualquiera de sus decisiones carece de legalidad.
Nuevamente, a pesar de la estrategia tradicional de descrédito contra la fiabilidad y transparencia del sistema electoral venezolano, la oposición "vuelve al ruedo" y demuestra una vez más su "particular relación" con el árbitro electoral, al que elección tras elección acusa de propiciar un fraude, sin presentar pruebas, para al poco participar en la siguiente justa.
Corta campaña
La máxima autoridad del CNE afirmó el pasado 8 de octubre que habían trabajado "intensamente, en corto tiempo, para cumplir con los lapsos legales y las actividades para llevar a cabo las elecciones regionales del domingo 15 de octubre", según la página del órgano electoral. Aunque la campaña se inició formalmente el 23 de septiembre -casi dos meses después de las votaciones más recientes-, el ente comicial comenzó a trabajar en este proceso a principios de agosto.
"Se trabaja a máxima capacidad para ofrecerles a los votantes unas elecciones de calidad", expresó Lucena.
Detalló que para las votaciones, todo el personal estaba ya capacitado, lo que incluye a facilitadores, técnicos, operadores y coordinadores, entre otros. También notificó que "por causas de violencia" fueron reubicados 274 centros de votación, del total de 13.559 que funcionarán en los 23 estados de Venezuela, donde están habilitadas unas 18 millones de personas para ejercer su derecho al voto.
También en las pasadas elecciones cambió el CNE de ubicación algunos centros de votación, dadas las amenazas de sectores radicales de la derecha de impedir la participación de los venezolanos.
Ante señalamientos de la oposición en el sentido de que la reubicación sólo beneficia a los candidatos del chavismo, la rectora principal del CNE dijo que se trata de "mentiras contra votos", recoge AVN.
El llamado a que se realicen unas votaciones sin hechos de violencia fue reiterado por el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, quien expresó que "invita a la actitud cívica" para que el proceso "termine en paz" y se "respete la voluntad popular", informa AVN.
Todos los centros electorales del país están siendo custodiados por efectivos de la Fuerza Armada venezolana, como tradicionalmente ocurre, con la finalidad de resguardar el material electoral y garantizar la seguridad del electorado.
En medio de los ajustes finales de una campaña que se ha caracterizado por la rapidez, por los modestos recursos utilizados para la propaganda electoral y por estar inmersa en un feroz ataque a la economía venezolana -que a su vez se caracteriza por el aumento indiscriminado de los precios de primera necesidad, alentado según el Gobierno por la oposición nacional e internacional-, el CNE publicó un comunicado en rechazo a las más recientes declaraciones del Departamento de Estado, que este 12 de octubre manifestó su "preocupación" por "una serie de acciones" del poder electoral "que ponen en cuestionamiento la legitimidad del proceso", publicó El Nacional.
En el documento, el órgano electoral venezolano remarca que el Gobierno estadounidense desconoce las "14 auditorías que han sido programadas para este evento" y la participación de más de 70 acompañantes internacionales, "de la más alta calificación técnica y política", que observarán el proceso.
En palabras de la rectora principal del CNE, el Departamento de Estado "impone fórmulas para la dominación de Venezuela que ni siquiera son aplicadas en su país", con referencia al sistema de votación indirecta utilizado en EE.UU., recoge Ciudad CCS.
Otras voces en contra
El canciller venezolano Jorge Arreaza denunció este viernes que la Unión Europea (UE) y los gobiernos aliados de Washington "preparan maniobras para desconocer" los resultados de este domingo.
"Existen gobiernos que creen tener la facultad parar reconocer o desconocer las instituciones de un país", expresó, según AVN.
Este viernes, voceros de la UE dijeron haber llegado a un acuerdo para preparar "sanciones selectivas", que serán anunciadas un día después de los comicios, publicó El Universal.
El presidente Maduro señaló el pasado jueves que los medios internacionales "silenciaron" la campaña de elección de autoridades regionales.
"Han silenciado que tenemos una campaña electoral ejemplar, con la participación de la derecha, con cientos de candidatos", expresó el mandatario según El Correo del Orinoco.
El analista opositor Luis Vicente León, presidente de la agencia encuestadora Datanálisis, estima que la oposición, en un escenario optimista, podría obtener gobernadores en 21 estados del país, o cerca de la mitad en el peor de los casos.
El portal de análisis Misión Verdad considera que si bien no puede determinarse previamente el nivel de participación en las votaciones, se prevé que el chavismo logre obtener unas 19 gobernaciones, mientras que la oposición tendría las cuatro restantes.
Ante el panorama, que pareciera reñido, habrá que esperar al domingo para conocer los resultados. Independientemente de hacia dónde apunten, pondrán en el tapete la necesidad, expresada por distintos sectores políticos del país, de reestablecer la mesa de diálogo entre las partes.
Nathali Gómez