Unos científicos de la Universidad Case Western Reserve (Ohio, Estados Unidos) han descubierto que la concentración de proteínas KLF —que rigen la actividad de los genes— permite prolongar o reducir la vida, según el informe publicado en la revista 'Nature Communications'.
Estos especialistas han llegado a esa conclusión tras estudiar nematodos redondos 'Caenorhabditis elegans'. No obstante, los seres humanos también poseemos proteínas KLF, que reprimen la expresión de los genes a lo largo de la cual se usa la información del ADN para sintetizar biopolímeros.
Gracias a que controlan la autofagia, estas proteínas facilitan la destrucción de células defectuosas, sus organelas y otros productos secundarios. De este modo, la reducción del nivel de KLF provoca la acumulación de sustancias toxicas en las células, que conduce al envejecimiento y el desarrolló de hipertensión, enfermedades cardiovasculares y demencia.
Por su parte, el aumento en la concentración de proteínas KLF incrementará la esperanza de vida.