Es sabido que los capos de la droga manejan enormes sumas de dinero y el poder que concentran en sus manos a veces supera a la misma autoridad del Estado. Por su parte, el mundo de los cárteles está marcado por un excepcional nivel de violencia. Las disputas por las zonas influencia no conocen la piedad. ¿Qué medios utilizan los narcotraficantes para defender sus imperios? Recogemos algunos de los armamentos y tecnología menos esperados en el negocio de la droga.
'Tanques' y blindados
Los cárteles mexicanos disponen de 'narco tanques', unos vehículos blindados y fuertemente reforzados, previstos para posibles enfrentamientos y combates callejeros con la Policía y las fuerzas armadas, así como grupos de narcos rivales.
En 2015, las autoridades mexicanas descubrieron un fábrica de estos 'vehículos de guerra' en la ciudad de Nuevo Loreto, estado de Tamaulipas. Algunos modelos incluso estaban equipados con torretas para armas más pesadas y arietes para derribar obstáculos en las carreteras.
Comunicación secreta
Con el desarrollo de la telefonía móvil, los narcotraficantes decidieron crear una red de comunicación propia que les permitiese coordinar sus operaciones sin que las autoridades pudiesen intervenir sus conversaciones. Para ello, han instalado cientos de torres, nodos y antenas camufladas con la ayuda de técnicos e ingenieros especialmente secuestrados para este propósito.
A pesar de todos los esfuerzos de las autoridades por desmantelar esta red esparcida a lo largo y a lo ancho de México, los cárteles siguen utilizando una sofisticada infraestructura de comunicación. Se cree que una gran parte del equipamiento confiscado vuelve a las manos de los criminales.
Redes y superordenadores
En 1994 se descubrió que el cártel colombiano de Cali poseía un sistema multiusuario IBM AS/400, uno de los equipos más potentes del momento y valorado en 1,5 millones de dólares. Este servidor estaba conectado con decenas de terminales y era operado por un equipo de seis especialistas liderado por un exagente de los servicios secretos de Colombia.
Con la ayuda de este avanzado equipamiento, los narcos accedían a enormes bases de datos de las empresas de telecomunicaciones y de la Policía, cruzaban la información con los contactos de las autoridades y así desenmascaraban a los 'soplones', a quienes luego liquidaban.
Flota submarina
En 2008, las autoridades mexicanas interceptaron un sumergible de 10 metros de eslora frente a las costas de la ciudad de Salina Cruz con 5,8 toneladas de cocaína y una tripulación de 4 ciudadanos colombianos.
Lejos de ser un caso aislado, las patrullas costeras de EE.UU. detectaron ese mismo año la presencia de al menos una decena de 'narco submarinos' por mes. Al ser fabricadas con fibra de vidrio, estas naves son difíciles de detectar para los radares y sonares. Así, el número real de la flota subacuática de los narcos podría ser, en realidad, mucho más numerosa.
Un sumergible de ese tipo puede ser construido en un lapso de un año y por un costo aproximado de 2 millones de dólares. Se trata de naves equipadas con sistemas GPS, propulsadas por motores diésel con una autonomía de 3.000 kilómetros y que pueden transportar hasta 10 toneladas de 'carga útil'.
Catapultas y cañones
En 2011, una patrulla fronteriza en el límite entre México y EE.UU. detectó del lado mexicano a un grupo de hombres que instalaban una extraña obra de ingeniería. Al detener e interrogar a los sospechosos, se descubrió que el propósito de la estructura, que recordaba un fundíbulo medieval, era lanzar paquetes con droga hacia el otro lado de la frontera.
Asimismo, el año pasado las autoridades mexicanas confiscaron en la ciudad fronteriza de Nogales (estado de Sonora) un potente cañón neumático de tres metros de largo. El enorme artilugio, que estaba montado sobre una furgoneta y conectado a un compresor de aire, era muy difícil de disimular y no tardó en llamar la atención de los agentes.
Fuerza aérea
El 'reparto a domicilio' de paquetes con droga mediante aeronaves superligeras e incluso de ala delta motorizados, es una tendencia en auge entre los 'peces gordos' de la droga. Este tipo de transporte ofrece la posibilidad de llevar a destino hasta 100 kilos de 'mercadería'. La ganancia para el vendedor es de unos 16 millones de dólares, mientras que la tarifa del piloto por este 'servicio de entrega' ronda los 2.000 dólares. Sin duda, es una 'vocación' peligrosa, pero que no deja de atraer a muchos interesados.
Drones
Durante años, los vehículos aéreos no tripulados disponibles en el mercado para uso civil tenían una autonomía de vuelo y una carga útil sumamente limitadas. Pero actualmente las capacidades de estos aparatos se encuentran mucho más desarrolladas, por lo cual constituyen una opción cada vez más elegida por los narcos.
Un dron de apenas unos miles de dólares puede levantar hasta 15 kilos de carga. Estos aparatos son más difíciles de detectar que otras aeronaves. Mientras que rastrear al 'piloto' que lo controla de manera remota es una tarea aún más complicada.
Lujo subterráneo
Los túneles subterráneos son uno de los métodos más populares para transportar grandes cargamentos de narcóticos literalmente bajo las narices de las fuerzas del orden. O bien para llevar a cabo espectaculares planes de escape. En 2015, el famoso narco mexicano, Joaquín 'El Chapo' Guzmán, se evaporó de una prisión de alta seguridad.
Tras inspeccionar su celda, las autoridades hallaron la entrada a un amplio túnel, provisto de iluminación y ventilación propias. El conducto, de 1,5 kilómetros de largo, tenía una motocicleta especialmente adaptada para desplazarse por una vía de rieles. Al parecer, la comodidad era una de las prioridades en el plan de escape de este capo narco.