Durante su gira por Oriente Medio, el secretario de Estado norteamericano, Rex Tillerson, expresó que "los combatientes extranjeros en Irak necesitan volver a casa y permitir que el pueblo iraquí recupere el control", según comunicó este 22 de octubre en Riad (Arabia Saudita).
Tras el retroceso del grupo terrorista Estado Islámico en la región, el nuevo desafío para Irak y las grandes potencias es establecer cómo se reconstruirá el país. Al respecto, Tillerson solicitó a las milicias financiadas por Irán, como las Fuerzas de Movilización Popular (PMF, por sus siglas en inglés) y la Fuerza Quds, que abandonen el territorio.
Cuando el responsable de exteriores de EE.UU. realizó estas declaraciones se encontraba con su homólogo de Arabia Saudita, Adel Jubeir, cuyo país no tiene buena relación con Irán. Así las cosas, una potencial expansión iraní en los terrenos recuperados al EI generaría tensión entre Washington y sus aliados.
Crisis del golfo arábigo
Rex Tillerson se encontraba en Riad para participar en la primera sesión del Consejo de Cooperación impulsado por Arabia Saudita e Irak, a la que también asistió el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi.
Horas más tarde, el representante estadounidense se dirigió a Doha (Catar), país inmerso en una crisis diplomática tras ser expulsado de la Liga de Estados Árabes y sufrir un bloqueo por parte de países de su entorno, como Arabia Saudita, Baréin, Egipto y Emiratos Árabes Unidos.
Sobre ese conflicto, aseguró que EE.UU. "no tiene ninguna intención de imponer nada" y admitió que no había tenido éxito a la hora de solicitar que las partes dialoguen.
Por otro lado, Tillerson arribó a Kabul este lunes por sorpresa para reunirse con el presidente de Afganistán, Ashraf Gani, y ambos reafirmaron el "compromiso" de sus respectivos países "para lograr paz, estabilidad y prosperidad duraderas".