El que una mujer no sepa que está embarazada hasta que alumbra no es un delito. Y quizá sea menos inusual de lo que pueda pensarse, cuando incluso hay un programa sobre casos de esa índole en Discovery Channel (I Didn’t Know I Was Pregnant - No sabía que estaba embarazada). Pero, a diferencia del programa televisivo -en el que, tras la sorpresa, el problema es encontrar una cuna-, para Dafne McPherson ese desconocimiento supuso no sólo poner en riesgo su vida, sino una acusación por homicidio doloso y una sentencia a 16 años de prisión, de los cuales ha cumplido ya dos.
El 17 de febrero de 2015, McPherson, madre de una niña de cinco años, sufrió lo que médicamente se conoce como parto fortuito; vale decir, en condiciones de espontaneidad, imprevisibilidad e inconveniencia. El hecho ocurrió mientras se encontraba en su trabajo, en la tienda Liverpool, ubicada en San Juan del Río, Querétaro. Ella no sabía que estaba embarazada; había acudido al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque padece de hipotiroidismo, aunque no se lo detectaron. Ese día se sentía mal. Llamó a la enfermera, pero no la encontró. Más tarde sintió un intenso dolor y fue al baño, tuvo un sangrado y se sorprendió cuando se percató de que había perdido un bebé.
Sin atención médica
McPherson perdió el conocimiento en varias ocasiones, debido a una hemorragia importante. Después sabría, por los médicos, que tuvo un desgarre de segundo grado y un choque hipovolémico, un estado clínico en el que la cantidad de sangre bombeada al cuerpo es insuficiente para que los órganos funcionen adecuadamente. El choque hipovolémico es una emergencia médica. Sin embargo, los gerentes de Liverpool no permitieron la entrada de paramédicos de la Cruz Roja. Después la tienda aseguró que fue atendida por un equipo privado.
No hay manera de prevenir un parto fortuito, que le puede suceder a cualquier mujer que se encuentre embarazada. La bebé de Dafne, que se considera que nació "a término", estuvo viva durante una hora. El hospital más cercano a la sucursal de Liverpool está a cinco minutos de distancia. Ambas necesitaban atención médica especializada y sólo fueron atendidas por los paramédicos de la empresa privada, que tardaron tanto que encontraron a la bebé sin vida y a McPherson en grave peligro.
A pesar de la gravedad de su estado, a Dafne no se le trasladó al hospital inmediatamente, y salió de la tienda ya custodiada por la policía, en calidad de detenida. "El ministerio público nunca investigó, ni supuso que pudiera tratarse de un accidente", asegura Karla Michelle Salas, abogada de McPherson. En entrevista telefónica para RT, aseguró que ese organismo, "influenciado por la opinión pública, que condenó el hecho, consideró que se había cometido el delito de aborto", y afirma que a su defendida nunca se le brindo presunción de inocencia, como lo exige la ley.
McPherson salió del hospital sujeta a investigación, pero aún en libertad. Sin embargo, la manera en la que el caso fue abordado por los medios de comunicación había ya hecho mella en la opinión pública, y comenzó a recibir por Facebook y correo electrónico mensajes en los que la estigmatizaban y acusaban. Meses después, durante los que enfrentó ella una depresión severa y estrés postraumático, un juez la declaró culpable de homicidio calificado contra su hija recién nacida y aun dictaminó agravantes por razón de parentesco. Aunque una acusación de homicidio doloso sólo es posible al probar que existió la intención de matar, en el caso de Dafne McPherson ni siquiera se llegó a investigar nada, mucho menos a probar algo.
La violencia estructural en el sistema de justicia mexicano
Recluida en un penal desde hace más de dos años por un delito del que es inocente, McPherson personifica la violencia estructural hacia las mujeres en el sistema de procuración de justicia, así como la criminalización hacia aquellas que abortan en una sociedad conservadora que cuenta con una de las legislaciones más restrictivas en la materia: el hecho de que peligre la vida o la salud de la mujer no está contemplado como causal de aborto en la legislación local, que, lejos de liberalizarse, ha sido sometida a intentos para volverla aún más restrictiva.
El caso de Dafne está marcado por un descarado machismo social, así como por la violación de derechos humanos y la ausencia de perspectiva de género en la procuración e impartición de justicia. Su abogada explica que son muchas las irregularidades que se han presentado en el debido proceso, formas distintas de violencia estructural: en principio, la ausencia de presunción de inocencia, la falta de investigación; luego, la estafa del primer abogado, y después de otros, de oficio, que no presentaron pruebas ni material técnico y que no tenían información ni comunicación constante con su representada. Durante la audiencia, el fiscal Gustavo Acosta llamó a condenar a Dafne porque "ni un perro hace eso, una perra, de ver que su hijo nació y va a procurarle la muerte". Dafne lloraba sin control en la sala de juicio y entonces le dijeron que si no podía evitarlo, no se le permitirtía permanecer allí. Siguió siendo juzgada en ausencia.
McPherson no sólo fue víctima de violencia obstétrica en el momento del parto fortuito. La muerte de su bebé se debió a que no recibió la atención requerida y esa responsabilidad se le asignó a ella, que ni aun de haber estado estado consciente hubiese tenido ni la capacidad ni el conocimiento para suministrársela.
La violencia estructural del sistema de justicia en México se evidencia una vez más a medida que el caso escala en las instancias. Se ha hecho caso omiso de que existe un protocolo para juzgar con perspectiva de género, presentado en 2014 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que instituye mecanismos para detectar las circunstancias que perpetúan las violaciones a los derechos humanos de las personas en virtud de su sexo, género u orientación sexual, además de una Ley General para la Igualdad entre Mujeres y Hombres. "En Querétaro, los feminicidios y las desapariciones de mujeres no son investigados, mientras que se gastan recursos y se ejerce el poder contra una mujer injustamente encarcelada", señaló Salas.
Dafne McPherson ha pasado más de dos años en prisión. El 19 de septiembre último debía ser resuelta una solicitud de amparo directo presentada ante el Vigésimo Segundo Tribunal Colegiado del Estado de Querétaro. Sin embargo, los magistrados decidieron aplazar la resolución para ampliar el marco normativo y el análisis del caso. ¿Sería mucho pedir a los magistrados que en el análisis se integre la perspectiva de género? Se espera que en un mes se emita el dictamen.
Mientras tanto, una pequeña de siete años sigue preguntando por su mamá.
Magda Coss
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