Cómo EE.UU. está a punto de provocar una nueva masacre en el mundo islámico
El reciente llamamiento de Rex Tillerson, que quiere que las milicias financiadas por Teherán activas en Irak vuelvan a Irán, constituye una prueba más de que el secretario de Estado norteamericano no entiende absolutamente nada en la situación iraquí (o muestra deliberadamente esta falta de comprensión), opina la redacción del periódico ruso 'Vzgliad'.
"Es la quintaesencia del enfoque estadounidense a la política exterior: una completa falta de comprensión de los detalles y las circunstancias de lo que está sucediendo y un paso de búfalo hacia un objetivo arbitrariamente definido", subraya el rotativo.
El artículo explica que las tropas financiadas por Irán no están integradas por soldados ni expertos iraníes, sino que son milicias populares chiitas formadas en 2014 después de que el Estado Islámico ocupara casi una tercera parte del territorio iraquí y fueron declaradas oficialmente como parte del aparato de seguridad de ese país. Al mismo tiempo, Teherán tomó parte activa en la preparación y financiamiento de estos combatientes, "algo que no debería sorprender, ya que los chiitas fueron uno de los principales objetivos de los islamistas".
Ahora a EE.UU. le preocupa que Irán aproveche sus logros en Irak y Siria para expandir su influencia en la región y sale con la propuesta de Tillerson, que ya fue criticada por el ministro de Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif. El canciller sugirió que el objetivo de la propuesta era complacer a Arabia Saudita, el eterno rival de Irán en la región, ya que surgió en medio de estancia de Tillerson en Riad.
"¿A qué país concretamente deberían regresar los iraquíes que se han movilizado para proteger sus hogares de los militantes del EI? La vergonzosa política exterior de EE.UU. está dictada por los petrodólares", escribió Zarif en su cuenta de Twitter.
Una declaración que podría provocar un baño de sangre
Tillerson "actúa como un elefante en una cacharrería", no piensa en las consecuencias y peculiaridades de la sociedad regional, opina el periódico ruso. Y es que los conflictos entre sunitas y chiitas nunca se han resuelto como una disputa dogmática. Al contrario, "siempre, desde la Batalla de Karbala, en el año 682, siempre han terminado en un auténtico baño de sangre", asevera.
Además, la confrontación entre sunitas y chiitas es un motivo eterno para la guerra. "Y no importa cuánto discutan sobre que Irán, Arabia Saudita y sus aliados del Golfo están luchando por la dominación regional, se trata de un conflicto principalmente religioso. Esto por definición significa que no se resuelve por medios políticos y diplomáticos", declara 'Vzgliad'.
Otro dato muy importante es que en el territorio del actual Kurdistán iraquí se concentran los principales santuarios chiitas, entre ellos la mezquita donde fue enterrado el imán Alí, en Nayaf, y la tumba del imán Husein. Insinuar que los chiitas deberían abandonaran no solo sus hogares, sino también sus lugares más sagrados, es una gran provocación.
Y a pesar de que las milicias chiitas, bajo el mando de Bagdad, participaran en varias operaciones exitosas contra el EI, "su único objetivo real sigue siendo controlar los santuarios chiitas. Por ejemplo, las llaves (en el sentido literal de la palabra) de la Mezquita del Imán Alí: muchas personas murieron por ellas, entre ellos imanes respetados. Por ejemplo, el ayatolá Al Hakim, que fue masacrado inmediatamente después de la oración del viernes, y el ayatolá Al Hoem, un emigrante y opositor al régimen de Saddam, que fue despedazado por la multitud ante la entrada de la tumba", concluye el artículo.