El Comité de Inteligencia y el de Control y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes de EE.UU. han anunciado que llevarán a cabo una investigación sobre la transacción del 2010 entre la compañía canadiense Uranium One y la corporación rusa de energía nuclear, Rosatom.
En la transacción una parte de Uranium One fue vendida a Rosatom, que como resultado obtuvo el control de más del 20% de las reservas de uranio de EE.UU. El acuerdo fue firmado bajo la administración del expresidente Barack Obama, mientras que Hillary Clinton, la entonces secretaria de Estado de EE.UU., lo aprobó en el Comité de Inversiones Extranjeras.
Al anunciar la decisión, el presidente del Comité de Inteligencia, Devin Nunes, del Partido Republicano, ha expresado sus preocupaciones sobre si tuvo lugar una investigación al respecto por parte del FBI. "Si fue el caso, [estamos preocupados] por qué el Congreso no fue informado sobre ello", ha señalado.
La semana pasada, el diario 'The Hill' reportó que el FBI había descubierto una "evidencia sustancial" de que los funcionarios del consorcio ruso supuestamente habían sobornado a la empresa estadounidense Transport Logistics International antes de que la transacción fuese aprobada. Además, el FBI señaló que los funcionarios rusos habían dirigido "millones" a la Fundación Clinton.
Durante la campaña electoral, Donald Trump arremetió en varias ocasiones contra la transacción, asegurando que a su rival Hillary Clinton le habían "pagado una fortuna" para que se firmase el acuerdo.