Un refugio alemán de la época de la Guerra Fría, originalmente destinado a proteger a los aliados de la OTAN en caso de un ataque nuclear, está siendo reestructurado para un propósito nuevo y más ecológico. El búnker Memmingerberg en Buxheim, Baviera, ahora se destinará a proteger la mayor plantación legal de marihuana de Alemania.
Con su exterior pintado de colores de camuflaje, la edificación de concreto de 15 metros de alto y 50 metros de largo fue seleccionada para albergar cannabis debido a sus óptimas condiciones para el cultivo de la planta.
"Todo el edificio, es muy, muy seguro", indicó a la agencia Ruptly Christoph Rossner, director de Bunker Pflanzenextrakte. "Tenemos que instalar todo en un sitio de alta seguridad para luego cultivar cannabis para propósitos científicos", explicó el director de la compañía que operará la nueva plantación.
El búnker, presentado al público este martes, posee una sala de energía que limpiará el aire de las salas de cultivo y mantendrá el nivel de humedad requerido por las plantas. Rossner enfatiza que esta es "una parte muy importante de todo nuestro búnker".
La marihuana medicinal fue legalizada en Alemania en enero, tras una ampliación de la ley existente que limitaba considerablemente el acceso a la planta. El director señaló que las plantas de cannabis se pueden cultivar en el país europeo con un permiso especial.