Unos científicos liderados por Yuan Longping, considerado como el 'padre del arroz híbrido' en China, se han basado en una variante de ese producto creada en la década de los 70 para desarrollar una versión resistente al agua salada, informan los medios locales.
Para comprobar su resistencia, esos especialistas cultivaron su variante en una playa de Qingdao (Shandong, China) irrigada con una mezcla de agua pura y salada —seis gramos de cloruro sódico por litro— y la producción alcanzó entre 6,5 y 9,3 toneladas por hectárea.
China tiene un millón de kilómetros cuadrados de terreno estéril —alrededor del doble de la superficie de España—, donde resulta difícil que las plantas germinen por el alto nivel de salinidad o alcalinidad del suelo. Este cultivo podría incrementar la producción de arroz chino hasta en 50 millones de toneladas, que permitirían alimentar a 200 millones de personas más.