Una joven ha demostrado las revolucionarias capacidades de un avanzado uniforme blindado ruso caminando por un campo de minas simulado en la región de Moscú.
Ni las explosiones bajo sus pies ni las llamaradas de fuego que la envolvieron le provocaron daño alguno, más allá del hollín que le quedó en la cara luego que se quitara la máscara de protección.
"Pasar a través del fuego causa una sensación insólita", comentó la testadora, Viktoria Kolésnikova, al canal Vesti.
Gracias a la fibra aramida, el traje resiste tanto amenazas cinéticas, como balas y metralla, como el fuego. La compañía fabricante de este equipamiento táctico, TsNIITochMash, busca ahora mejorar las propiedades retardantes de inflamado para aumentar el periodo de exposicióncontinua a las llamas de 15 a 30 segundos.
La empresa espera finalizar su producto y ganar contratos para 2020 y entrar a formar parte del programa de equipamiento militar Rátnik.