¿Cómo pudo Moscú "comprar" la multimillonaria industria electoral de EE.UU. por un puñado de rublos?
Esta semana los "titanes de los medios sociales" explican a los senadores cómo ha logrado Rusia "comprar" las últimas elecciones presidenciales de EE.UU. a un precio "casi regalado", ironiza el escritor y periodista Robert Bridge en su columna para RT.
Los representantes de Facebook, Twitter y Google, que han sido citados al Congreso para responder a preguntas sobre la "injerencia rusa" en dichas elecciones, contestaron afirmativamente este martes a la pregunta sobre la existencia de dicha interferencia, y la condenaron. Sin embargo, Facebook cifró en un 0,004 % el porcentaje total de anuncios políticos provenientes de Rusia en el periodo electoral, mientras que YouTube, que pertenece a Google, habla de 1.100 videos y Twitter del 0,74 % de los tuits en ese periodo.
¿Los tecnólogos políticos rusos ya están años luz adelante?
"Parece que los tecnólogos políticos rusos ya están años luz delante de la manada de lobos en lo que se refiere al proceso electoral, que ―francamente hablando―, ha sido siempre un asunto sucio", escribe Bridge. Rusia, que recién hace poco se deshizo de las "telarañas del comunismo" creó "un juego de tronos democrático con una precisión tan impecable que ahora puede comprar a cualquier candidato político por el precio de un auto deportivo alemán o una villa española", bromea.
"Los ejecutivos tendrán que explicar, con el semblante perfectamente serio, que las publicaciones respecto a las elecciones 'vinculadas a Rusia' (lo que sea que eso signifique) constan de menos del 1 % de las publicaciones", escribe el periodista, agregando que "es difícil comprender" cómo tal insignificante cantidad podría haber tenido "un impacto mínimo" en las elecciones de EE.UU., que es una industria de miles de millones de dólares que incluye numerosos eventos electorales por todo el país.
"La habilidad de Rusia para dirigir" las elecciones se vuelve aún más "fantástica", considerando que, según Facebook, más de la mitad de las publicaciones fueron hechas después de las elecciones, y un 25 % de las mismas nunca fueron mostradas a nadie, señala Bridge.
El efecto hipnótico de la 'injerencia rusa'
Lo que el consejero general de Facebook, Colin Stretch, llama una "nueva amenaza" es en realidad la misma cantidad miserable" de publicaciones que se puede esperar de cualquier otro país, sea Lituania o Libia, por ejemplo, con la diferencia de que nadie investiga la 'trama' proveniente de tales países, lamenta el periodista.
Es que la frase "injerencia rusa" tiene "un efecto casi hipnótico haciendo que los neoconservadores estadounidenses quieran bombardear algo, lo que sea", explica. Así que en los próximos días muchos de los políticos estadounidenses contemplarán este "show al estilo de McCarthy", determinados a aprender "cómo Rusia pudo servir como un "hacedor de reyes" en el sistema político de EE.UU.