El secretario de Defensa de Reino Unido, Michael Fallon, ha anunciado su dimisión este miércoles a raíz de una acusación por acoso que se remonta a 2002, cuando tocó la rodilla a la periodista Julia Hartley-Brewer.
Fallon, que ya había pedido disculpas por aquel incidente, se ha visto sometido a una fuerte presión a raíz del escándalo en torno al afamado 'gran jefe' de Hollywood, Harvey Weinstein, sospechoso de acosar a 80 mujeres e incluso de violar a cuatro de ellas.
"Mis rodillas siguen intactas"
La polémica en torno a Michael Fallon se desvincula claramente del caso de Harvey Weinstein, Kevin Spacey y otros surgidos en los últimos días, ya que su 'víctima' no solo no lo denunció en ninguna ocasión, sino que insistió en que no sufrió ningún tipo de acoso e incluso defendió a Fallon, afirmando que fue víctima de una "caza de brujas".
"Yo le expliqué con calma y cortesía que si lo volvía a hacer le daría un puñetazo en la cara. Él retiró su mano y ahí se acabó el asunto", explicó Hartley-Brewer en las redes sociales. "Este 'incidente' ocurrió en 2002. Nadie se molestó en lo más mínimo o quedó angustiado por ello. Mis rodillas siguen intactas", reza un tuit de la periodista publicado este martes.
'Dossier sucio'
Fallon dimitió este jueves, convencido de lo inapropiado de su conducta. El secretario de Defensa envió una carta a la primera ministra, Theresa May, en la que, si bien desmintió "muchas" de las acusaciones en su contra aparecidas en los últimos días, también admitió que "en el pasado no estuvo a la altura de los altos estándares exigibles a las fuerzas armadas".
Fallon no precisó en qué hechos se basan estas acusaciones, mientras algunos medios británicos sugieren que su nombre podría figurar en un "dossier sucio", presuntamente compilado en el seno del partido conservador, que incluiría los nombres de varios políticos conservadores señalados por conducta sexual inapropiada, informa el diario 'The Independent'.