"Son tan malas como las drogas": Usar bolsas de plástico es delito en este país
Aquí las meten en sujetadores, las esconden en la ropa interior o las enrollan con fuerza en torno de los brazos para pasar los controles fronterizos. No son diamantes ilegales, joyas ni sustancias prohibidas. Pero en Ruanda, un Estado de África oriental, la importación de bolsas de plástico se equipara al contrabando.
"Son tan malas como las drogas", afirma para 'The New York Times' el guardia fronterizo Egide Mberabagabo. Su trabajo, como el de una docena de sus colegas, es atrapar a los contrabandistas y deshacerse del plástico ilegal. Las autoridades advierten de que las bolsas afectan a la agricultura y aumentan los efectos de las inundaciones porque el agua de lluvia no puede penetrar en la tierra. Además, una importante parte del ganado fallece a causa de ingerir plástico, que obstruye la digestión.
En Ruanda es ilegalimportar, producir, utilizar o vender bolsas y envases de plástico. La excepción son industrias específicas como hospitales y empresas productoras de farmacéuticos. La nación africana es una de las más de 40 en todo el planeta que prohibió, restringió o multó el uso de bolsas de plástico al igual que China, Francia e Italia.
Medio año de prisión
La lucha contra el plástico en Ruanda se manifiesta en diferentes formas. Aquí los 'plasticotraficantes' pueden ser multados, forzados a hacer confesiones públicas e incluso encarcelados hasta 6 meses. La lucha se extiende también a empresas: los ejecutivos de compañías que guardan o fabrican bolsas de plástico ilegales corren el riesgo de pasar hasta un año en prisión.
La batalla contra el plástico en el Estado africano fue lanzada en el año 2008 y acumula cientos de reglamentos difíciles de cumplir. Por lo general, los embalajes de plástico de las importaciones son eliminados en la aduana. Si no se puede hacer debido a la fragilidad de las mercancías, las tiendas son obligadas a eliminar el empaque antes de que los productos lleguen a la población. "Los casos más extremos son con las mujeres", explica. "No es muy fácil registrarlas", admite el guardia Mberabagabo.
Las bolsas de plástico biodegradables se permiten solo para carnes y pescados congelados, y no para frutas y hortalizas. Se pueden envasar las papas fritas y otros alimentos empacados solo si las compañías que los producen cuentan con aprobación gubernamental. Para obtenerla, es necesario presentar un plan detallado sobre cómo el productor planea recolectar y reciclar el plástico.
La limpieza, premio a tanto esfuerzo
Todas estas medidas restrictivas han ayudado a convertir a Ruanda en supuestamente el Estado más limpio de África. Las calles de la capital, Kigali, pero también de otras localidades de este país montañoso y densamente poblado son prácticamente inmaculadas, informa 'The New York Times'.
Está política ha llegado incluso al sistema educativo, que enseña a los niños a cuidar el medio ambiente y, concretamente, evitar el uso de bolsas de plástico.
El inspirador pero poco tolerante ejemplo de Ruanda también ha llegado a la cercana Kenia. Aquí, hace unos dos meses, las autoridades implementaron una ley que castiga a cualquiera que fabrique, venda o importe bolsas de plástico con hasta cuatro años de cárcel o multas de 19.000 dólares estadounidenses.