Como si fuera una arquitecta celestial, la brasileña Juliana Lepine esculpe a sus pequeños personajes desde los huesos. Ningún detalle se escapa: ojos, dientes, lengua, facciones, cabello, forma del cuerpo y vestimenta. ¿El resultado? Increíble.
Esta madre de tres hijos, que actualmente vive en Calgary, Canadá, contó a RT el proceso de creación de las pequeñas figuras de reconocidas estrellas musicales que han dejado a más de uno con la boca abierta por el asombroso parecido con los personajes reales y la precisión con la que son hechas.
Juliana, que habla de su trabajo con mucha sencillez, nos explica cómo surgió de sus manos una versión en miniatura del recordado cantante británico Freddie Mercury.
A partir de una fotografía del líder de la banda Queen, esta mujer de 41 años va recreando, con asombrosa exactitud, una figura humana que parte desde un cráneo de resina hecho por ella misma, hasta llegar incluso al atuendo.
Con una sencilla herramienta de trabajo, modela la dentadura característica de Mercury, su rostro de pronunciados pómulos, sus orejas, sus labios, la cuenca de sus ojos, su bigote poblado, hasta llegar a sus músculos y a su estampa.
Nada se escapa de su ojo, pues a pesar de ser una figurita de 18 centímetros, cuida el detalle de los cordones de los zapatos, de los pliegues de la ropa y de los remaches del cinturón de esta pequeña versión del compositor e intérprete de 'Rapsodia Bohemia'.
Su pastel de bodas
Todo comenzó días antes de su matrimonio. Juliana se encargó de hacer las figuras que iban en el tope de su pastel de bodas: "Después fui mejorando, estudiando e inventando técnicas locas", hasta llegar a la fase donde se encuentra ahora.
"Todavía pretendo desarrollar muchas más cosas", dice con tono entusiasta Juliana, que reconoce que no ha sido fácil compatibilizar el cuidado de sus tres hijos con su trabajo como escultora.
Entre sus creaciones más conocidas están la estrella de cine Marilyn Monroe, el guitarrista de Guns N' Roses, Slash, y el vocalista de esa banda, Axl Rose; las actrices Angelina Jolie, Jennifer Aniston y la cantante Amy Winehouse, entre otras más.
En su sitio web, JLS, se puede ver la galería de personajes que ha hecho, pero también ofrece los materiales para esculpir, los esqueletos que darán vida a las miniaturas o los pequeños ojos, así como los cursos en línea que imparte. Es un emprendimiento que hizo junto a su socia Clariana Campos.
Manos infantiles
Juliana se recuerda de niña haciendo figuritas de papel maché con su madre. Años después, cuando se dedicó a la actuación, construía los escenarios y las marionetas de la compañía teatral a la que pertenecía. Sin embargo, el estudio del cuerpo humano, vital para sus obras, lo comenzó hace unos siete años.
El hecho de haber realizado artesanías desde niña, "colaboró para lo que consigo hacer hoy", explica. En cuanto al proceso de creación, afirma con humor que "va haciendo lo que tiene voluntad".
En sus inicios, veía el trabajo de la brasileña Flavia Pina, que confecciona los muñecos que van sobre el pastel. Posteriormente conoció las esculturas en polímero de Eneida Onofre y Renata Jansen, y ahí escogió ese material para desarrollar sus propias figuras.
En la actualidad, admira lo que hacen "escultores divinos" como Ron Mueck y Adam Beane. "Me quedo babeando al verlos", pero "aún no me atrevo a esculpir con cera ni a dedicarme al hiperrealismo", reconoce Juliana.
Pequeños personajes
La respuesta a la pregunta de por qué escogió esculpir miniaturas es muy sencilla: comenzó con muñequitos de torta y todavía no ha abandonado completamente ese estilo.
"Tengo poco espacio. Mi taller es tan pequeño como mis esculturas", bromea. En Canadá, ha tenido que acostumbrarse al espacio disponible, pero también al clima: "Aquí cae mucha nieve, me volvería un helado si trabajara fuera de la casa". "El 'brasileño' no aguanta mucho el frío", agrega entre risas.
En su canal de YouTube, subió un video en el que se ve cómo confecciona el castillo de Elsa —personaje animado de la película infantil 'Frozen'— con envases de plástico reciclados, discos compactos y pegamento de silicona caliente. Aunque a su hijo mayor no le entusiasma mucho la escultura, sus niñas de 5 y 6 años, con las que también hace distintas manualidades, disfrutan mucho de sus creaciones.
Actualmente, Juliana usa un polímero clay, pero ha ido incorporando otros materiales veganos, que no son muy fáciles de encontrar. La escultora practica el veganismo, hace yoga y cree en la "felicidad de los hombres viviendo en una comunidad autosustentable". "Quiero ser del movimiento 'cero residuos' pero aún no lo he logrado", añade.
El esqueleto como base
Como buena hacedora, comienza desde el principio. Usa esqueletos que ella misma modeló y que ahora vende en la tienda virtual JLS.
Comenzó con una base simple, impresa en 3D, sobre la que esculpió los detalles a mano en tamaños diferentes. Luego fueron reproducidos en escala y ahora usa los mismos esqueletos en resina, que en su opinión, aceleran mucho el proceso.
Debido a sus ocupaciones como madre, y además amante de las mascotas, trabaja lentamente, porque no tiene mucho tiempo. "Un rostro lo termino en unos tres días, y una escultura completa en entre 10 y 20".
Así se ve en la precisión y prolijidad de las facciones y el maquillaje característico de Amy Winehouse, que recogió en este video:
Sobre esa asombrosa similitud de los personajes ficticios y diminutos con los reales, Juliana responde con franqueza y humildad: "la semejanza viene con el entrenamiento y la percepción". El prestar atención a "detalles mínimos" y medir son claves, pero "el secreto es no desistir".
Arquitecta celestial
Cuando se le pregunta si se considera una "arquitecta celestial", suelta una carcajada y dice que nunca ha pensado en eso. "Quiero aprender mucho más a fondo la anatomía, mis estudios no están ni cerca de dónde deseo llegar".
Sus investigaciones sobre el cuerpo humano, sus formas y composición, las ha hecho por Internet, "catando una cosa de aquí y de allá, tratando, observando". Sin embargo, no lo aconseja: "Un curso acelera mucho el proceso de aprendizaje".
Cuando comenzó, hace siete años, se acababa de mudar a Canadá y no tenía visa de trabajo ni dinero para hacer cursos. "Estaba siempre embarazada, entonces fui aprendiendo a la fuerza".
Actualmente contempla hacer un curso de escultura clásica, pero como sus niños son pequeños, le resulta difícil desplazarse a las escuelas que conoce que quedan en Europa y EE.UU.
Estrellas de rock
Una escultora también tiene sus pasiones. Juliana es fanática de Guns N' Roses desde los 13 años: "Soy de aquellas fanáticas locas que esperan en la puerta del hotel y corren detrás del auto".
Cuenta que ella quería entregarle a Slash, el guitarrista, una pequeña escultura, pero como estaba de gira, no pudo recibirla, y como ya la tenía en casa, hizo al vocalista, Axl Rose, para que le hiciera compañía. "Grabé el proceso y la gente comenzó a pedir más artistas, fui haciéndolos según me los pedían", explica.
Juliana también dicta clases en línea para sus alumnos de varias partes del mundo, pues habla tres idiomas. "Ellos me estimulan bastante y disfrutan tanto mi trabajo con tanta emoción que me animan. Me apoyan en todo", explica.
No todo es rock, también ha tenido historias que la han tocado. Recuerda que junto a sus alumnos hizo un proyecto sobre la violencia de género, donde se "sumergieron a fondo": "Tuvimos momentos bien dolorosos con las historias que encontramos. Necesité mucho apoyo de ellos, fue muy intenso".
Al imaginarla en su diminuto taller, junto a sus hijos, se piensa en lo paciente que debe ser para que de sus manos surjan pequeñas vidas. Ella no lo define así, dice que para hacer su trabajo necesita "amor intenso".
"Me sumerjo en cierto transe, no veo el tiempo pasar. Si no pongo un reloj despertador, llego tarde a buscar a los niños".
Nathali Gómez