La pequeña fábrica rusa que ha 'conquistado' a Radiohead y Coldplay
Los micrófonos Soyuz en pocos años se han convertido en verdaderas piezas de colección que llaman la atención de reconocidos artistas y bandas musicales. Fruto de la colaboración entre dos amigos, el estadounidense David Brown ―líder y vocalista de la banda Brazzaville― y el ruso Pável Bazdyrev, estos micrófonos están inspirados en la icónica nave cosmonáutica y representan el resultado de la unión ―así se traduce literalmente 'soyuz'― de sus creadores.
Se fabrican en una pequeña fábrica en la ciudad rusa de Tula, a 180 kilómetros de Moscú, que cuenta con apenas 12 empleados. En pocos años de existencia han logrado insertarse en la gran escena musical y han sido valorados por los grupos Radiohead, Coldplay, Paramore, The Lumineers y Shawn Mendes, quienes optaron por el modelo SU-017.
Entre los productores e ingenieros de sonido que utilizan los micrófonos Soyuz figura Nigel Godrich, quien ha trabajado con Radiohead, Beck y Sir Paul M, Sylvia Massy (Prince, Johnny Cash, Tool), Butch Walker (Taylor Swift, Panic! At the Disco), Rik Simpson (Coldplay), Ryan Hewitt (Red Hot Chilly Peppers, Flogging Molly) y Justin Medal-Johnsen (Paramore, M83).
Los micrófonos Soyuz prácticamente se fabrican a mano, pieza por pieza, acople por acople. Ahora la demanda va en aumento, aunque no siempre fue así. Pável Bazdyrev ha comentado a RT que se enfrentaron a problemas "en casi cada paso" de su negocio y en un principio nadie quiso financiar su idea.
"Era una tarea difícil establecer el negocio desde su base, cómo vender el producto e invertir en clientes, demostrar que era un producto interesante", recuerda el cofundador de la compañía.
Poco a poco hicieron conocer su negocio en la industria de la música. "Prestamos nuestros micrófonos a diferentes productores de música y les gustaron", ha indicado Bazdyrev. Oriundo de Tula, quiere que el dinero que venga a su compañía desde EE.UU. contribuya al crecimiento económico de su región natal.
Bazdyrev recuerda con cariño su primera venta: el cliente fue Nigel Godrich, de Radiohead, quien compró dos de sus micrófonos. "Yo tenía una visa abierta del Reino Unido, así que los puse en mi bolso de mano con mucho cuidado y fui al aeropuerto. Nigel estaba muy contento", confiesa.
David Brown sostiene que el potencial de su negocio es enorme. "Aquí hay determinadas series de habilidades y recursos disponibles que son fantásticos", ha señalado el músico a RT.