El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha sugerido que Japón compre más armas defensivas fabricadas en Estados Unidos para protegerse de los misiles norcoreanos. El mandatario afirmó que la compra de sistemas de misiles balísticos haría de Japón un país más seguro, y que podría derribar los misiles de Pionyang.
La verdad es mucho más complicada, según sugiere el analista militar estadounidense Kyle Mizokami en un artículo para Popular Mechanics.
"[El primer ministro japonés, Shinzo Abe] los tirará abajo desde el cielo cuando termine la compra de muchos equipos militares de EE.UU.", declaró Trump en Japón, en la primera etapa de su gira de 13 días por cinco naciones de Asia-Pacífico.
Las declaraciones llegan después de los comentarios de Trump, en los que afirmaba que no llegaba a entender cómo Japón, una nación de "guerreros samurái", no derribó los misiles norcoreanos que sobrevolaron su territorio.
¿Cómo es la defensa antimisiles de Japón?
Japón, un aliado clave de EE.UU. desde 1961, compra regularmente el mejor equipo militar de EE.UU. El sistema de defensa antimisiles de Japón consiste en sistemas de combate embarcados Aegis con el misil Standard SM-3, este último desarrollado conjuntamente por los dos países, y sistemas Patriot, de menor alcance.
"En la práctica, Aegis y SM-3 proporcionan la denominada 'defensa de medio curso' ["midcourse defense"], interceptando cabezas nucleares enemigas que viajan por el espacio después de separarse de su misil/cohete. Las ojivas que atraviesan la defensa del medio curso son idealmente derribadas por los Patriot PAC-3, un derivado de misiles balísticos de corto alcance del misil Patriot original. Juntos, los dos sistemas proporcionan un sistema de defensa en capas", explica Mizokami.
Recientemente, los líderes de Japón han pensado en reforzar la defensa antiaérea del país con un nuevo sistema llamado 'Aegis Ashore'. Mientras el actual sistema de interceptación de misiles Aegis de Japón se basa en su flota de seis destructores de misiles guiados, el Aegis Ashore es un sistema terrestre que no depende de los barcos.
Solo para Japón, pero el Pacífico "es un océano grande"
Correctamente ubicadas en Japón, las instalaciones de Aegis Ashore equipadas con interceptores SM-3 pueden defender la mayor parte del país de los misiles dirigidos directamente contra territorio japonés, supone el experto.
Sin embargo, "¿Podría Japón derribar misiles norcoreanos sobrevolando su territorio? Probablemente no", sostiene Mizokami.
Aunque el Aegis Ashore y sistemas similares pueden ayudar a Japón en caso de un ataque real con misiles, Japón poco puede hacer para detener los sobrevuelos, a no ser que su flota sea desplegada en medio del Pacífico y tenga suerte.
"Y el Pacífico es un océano grande", concluye el autor.