'Cheta de Nordelta': ¿Qué dijo la cirujana argentina que discrimina a los vecinos que toman mate?

Una grabación de audio, donde una inquilina de un selecto barrio privado argentino califica de "bestias" y de "gente de décima categoría" a unos vecinos que tomaban mate, indigna a la Red.

"Te cuento, Michelle, yo soy una cirujana, una mujer normal, pero tengo determinados códigos de estética visual y de estética moral", comienza la profesional de la salud y protagonista de esta historia una grabación dirigida a su agente inmobiliaria. Sus palabras han indignado a las redes sociales. 

El mensaje de voz fue grabado por una mujer que dice ser una cirujana de Palermo Chico, una de las zonas más cotizadas de la capital argentina, que adquirió para su hija de 15 años una propiedad en el 'country' de Nordelta, ubicado en el conurbano de la ciudad de Buenos Aires.

La flamante propietaria del inmueble se lamenta que "no le divierte estar en Nordelta" cuando, al mirar el lago, ve "gente en una reposera de Mar del Plata" y que está "en el muelle tomando mate". Los usuarios de la Red la han bautizado como la 'Cheta de Nordelta'.

La mujer dice no haber invertido 200.000 dólares para presenciar ese tipo de escenas y que para eso "se quedaba en su propio campo o se compraba una casa".

"La gente no se ve mala", admite la nueva inquilina del barrio privado, pero agrega que, al parecer, "viene de barrios visualmente no muy buenos".

En concreto, la 'Cheta de Nordelta' se siente molesta por un grupo de gente "que lleva al perro a la pileta" como si se tratara de la playa Bristol, un popular balneario de la ciudad de Mar del Plata, ubicado en la costa Atlántica.

El deseo de la cirujana de "descansar visualmente" se ve frustrado a causa de las molestias ocasionadas por "estas bestias, porque son bestias, no tienen educación, toman mate, tiran la yerba" y además traen consigo un perro que "grita" cerca de la piscina del barrio.

"No soy Máxima Zorraquieta [sic], la reina de Holanda, soy una mina normal", aclara la mujer, pero insiste en que sus vecinos de Nordelta son "gente de décima categoría". Y luego se pregunta si "los departamentos salen superregalados", mientras que ella compró el suyo por con el metro cuadrado a un precio similar al de su propiedad en la ciudad de Buenos Aires.

"Yo creía que había otra onda más 'cool', relajada, en el edificio", expresa la autora del polémico mensaje. Agrega que sus vecinos "son unos grasas" con "modales de décima categoría".

"Créeme Michelle que yo no desprecio a la gente", concluye la mujer, que ha levantado una gran polvareda en las redes.