La fragata Admiral Makárov de la Armada rusa realizó una serie de lanzamientos de misiles de crucero en el marco de la fase final de unas maniobras llevadas a cabo en el mar Báltico.
Los proyectiles, disparados desde una plataforma naval de lanzamiento múltiple vertical, impactaron en sus blancos programados. Los objetivos alcanzados, que simulaban ser misiles enemigos, fueron lanzados a su vez desde otras dos embarcaciones lanzamisiles rusas de menor tamaño.