El libro 'Pecado Original', que acaba de ser publicado por el periodista de investigación italiano Gianluigi Nuzzi, demandado por el Vaticano por divulgar documentos confidenciales en el escandaloso caso conocido como 'Vatileaks', revela mucho sobre la codicia en el Vaticano y las cuentas multimillonarias abiertas en nombre del papa Pablo VI y Juan Pablo II, así como sus secretarios privados y la madre Teresa de Calcuta. Sin embargo, se enfoca también en otro problema, que tiene mucho que ver con delitos contra menores: el 'lobby' homosexual.
Entre las nuevas tramas que descubrió, después de tantos antecedentes escandalosos, destaca la carta y el testimonio de un exseminarista gay de origen polaco, Kamil Tadeusz Jarzembowski. Durante sus estudios en el preseminario San Pio X, que tiene su sede en el Palacio de San Carlo, entre los muros del Vaticano, el joven fue testigo de "los abusos en su dormitorio a otro seminarista, en más de 140 ocasiones".
Los hechos se remontan a los años 2013-2014 —entre el final del papado de Benedicto XVI y comienzos del de Francisco—, cuando la víctima tenía "entre 17 y 18 años".
Sobre el agresor, señalado de buscar sexo oral con jóvenes, el polaco dijo que era un huérfano apadrinado por el rector, que tenía bastante prestigio en percepción de los nuevos seminaristas, como un individuo protegido. Aunque no era sacerdote ni tenía en aquel entonces ningún puesto oficial en la jerarquía de la Iglesia, poseía "cierta autoridad y la capacidad de hacerse temer entre los seminaristas más jóvenes". Este verano dicho pupilo fue ordenado sacerdote.
El papa Francisco y el Vaticano, contra las cuerdas
Los hechos descritos afectan al renombre del papa Francisco por dos razones. Ante todo, porque la víctima le relató la historia en persona durante la audiencia del pasado mes de mayo en la plaza de San Pedro, o sea, antes de que el agresor fuera ordenado sacerdote. Segundo, porque Jarzembowski durante años intentó informar a los superiores del rector sobre lo que había visto por medio de Internet, pero terminó siendo expulsado del preseminario poco antes de finalizar sus estudios.
En los comentarios ofrecidos a la prensa, que recoge Daily Mail, Nuzzi asegura que sus abogados han entregado una copia de este nuevo libro al fiscal criminal del Vaticano. Le informaron en persona que al menos uno de los seminaristas abusados sexualmente en el recinto religioso era menor de edad durante los hechos descritos.