Durante una reunión mantenida el pasado miércoles 8 de noviembre por los ministros de Defensa de sus países miembro, la OTAN acordó crear dos centros de mando adicionales, lo que equivaldría a la primera expansión de este tipo desde el fin de la Guerra Fría, informó la semana pasada The Independent. Para el periodista y columnista británico Finian Cunningham, se trata de un paso "retrógrado" que "no solo es una provocación innecesaria y peligrosa a Rusia" con la cual la Alianza corre el riesgo de que las "amenazas de guerra se cumplan", sino también representa un llamamiento "abierto" de la Alianza a las sociedades y economías europeas a que se unan a su "escalada militar descabellada".
En un artículo de opinión para RT, Cunningham lamenta que "sin que importe si les gusta o no, los ciudadanos europeos se ven arrastrados a un estado de guerra", un hecho que no solo lleva consigo grandes gastos financieros, sino que también les deja bajo un "riesgo de catástrofe extrema" en caso de "desencadenarse hostilidades sin cuartel".
Asimismo, el periodista recoge las palabras del representante permanente de Rusia ante la Alianza Atlántica, Alexánder Grushkó, que aseguró la semana pasada que, al tomar la decisión de crear estos dos centros de mando, "los miembros de la OTAN fueron, al parecer, inspirados por estrategias de la época de la Guerra Fría" y que le resultaba "evidente" que uno de los principales objetivos de ese paso era "la confrontación con Rusia".
"La Alianza intensificará las tensiones con Rusia hasta que el riesgo de guerra se vuelva grave"
Mientras que la Radio Free Europe ha justificado la decisión de los ministros de Defensa afirmando que está dirigida a "contrarrestar la amenaza creciente de Rusia" y enumerando, entre otros ejemplos de esta presunta amenaza, los "encuentros cercanos" de aviones y naves militares de Moscú y de la OTAN "en los últimos meses", Cunningham sostiene que estos encuentros "no se habrían producido" si la Alianza "pudiera contener su escalada de aviones militares y buques patrulleros en los mares Báltico y Negro".
Asimismo, el columnista recoge las declaraciones del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en las que este recalcaba que anteriormente la Alianza "estaba muy concentrada en operaciones militares expedicionarias fuera del área", mientras que ahora sus líderes intentan "concentrarse más en la defensa colectiva en Europa".
Cunningham elogia el "talento" del noruego para crear eufemismos, dado que al describir así sus operaciones fuera del Atlántico Norte, Stoltenberg se refiría a las "guerras de la OTAN lideradas por EE.UU." en Afganistán, Irak, Libia y otros países. Todas estas actividades bélicas —según el periodista británico— derivaron en "la destrucción de Estados naciones, más de un millón de civiles muertos, la difusión del terrorismo y el caos del desplazamiento masivo de personas, y los refugiados".
En cuanto a la citada concentración del bloque en la defensa de Europa, Cunningham opina que "la OTAN —oficialmente encargada con el mantenimiento de su seguridad— seguirá intensificando las tensiones con Rusia hasta el punto en que el comienzo de una guerra se convierta en un riesgo grave".
"La OTAN quiere convertir a Europa en una guarnición para una guerra contra Rusia"
El analista también se ha referido a la falta de comunicación entre el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su homólogo ruso Vladímir Putin. Si ambos tuvieran una oportunidad de celebrar una larga reunión, el inquilino de la Casa Blanca podría escuchar la postura de Moscú y sus certezas de que no tiene planeado "invadir Europa", opina Cunningham.
Sin embargo, achaca a la rusofobia y a la histeria de los medios respecto a la presunta "agresión rusa" el hecho de que ambos presidentes —"los líderes de las dos más poderosas potencias nucleares"— solo puedan mantener breves conversaciones al margen de cumbres internacionales como la de la APEC, celebrada en Vietnam la semana pasada.
"La máquina militar de la OTAN quiere que los gobiernos orienten a la sociedad y la infraestructura a servir sus objetivos de guerra contra Rusia", mientras que la "irracional e insaciable" Alianza está dispuesta a "convertir a Europa en una guarnición para una guerra con Rusia, guerra a la que la mayoría de ciudadanos europeos no quieren ni creen que esté basada en razones creíbles", sentencia Cunningham.