La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México (Semarnat) emitió el pasado 7 de julio una resolución "de manera condicionada" para la construcción de un complejo turístico en el puerto de Cancún en el estado de Quintana Roo.
El proyecto Gran Solaris Cancún de la empresa Villa Solaris y su apoderado legal, Julio Mateo Vázquez Tamayo, contempla la edificación de 450 habitaciones en 14 niveles, así como albercas, canchas deportivas, restaurantes y áreas verdes.
Entre las condiciones impuestas por Semarnat se encuentran la regeneración natural de especies vegetales en la zona y evitar la introducción o aparición de ejemplares exóticos en el ecosistema de tortugas con el cual linda el predio.
Asimismo, el organismo gubernamental exigió a la compañía turística retirar objetos o materiales que pudieran atrapar a las tortugas anidadoras o sus crías durante la construcción de la estructura y la posterior apertura del hotel.
"No hay empresas comprometidas con el medioambiente"
Con la autorización en materia de impacto ambiental, Villa Solaris ya comenzó a preparar el predio de casi 19.000 metros cuadros, en el cual pretende edificar un 'resort' con múltiples servicios. Sin embargo, asociaciones en defensa de la vida marina se han pronunciado en contra de este desarrollo urbanístico.
Paola Ramírez, abogada del Centro de Ecología Marina de Cancún, asegura que "la edificación de 'resorts' está acabando con especies en peligro de extinción que viven en el Caribe mexicano" y considera que "no hay empresas mexicanas ni extranjeras que estén comprometidas con el medioambiente; al menos, no mientras existan intereses económicos de por medio".
RT: ¿Quiere decir que las construcciones de 'resorts' en zonas con gran potencial turístico atentan contra algunos ecosistemas marinos?
P.R.: Definitivamente. Un ejemplo de ello es la construcción del hotel Gran Solaris: colinda con una zona de anidación de tortugas blancas, caguamas, carey y laúd que podrían exponerse a la descarga de aguas negras del 'resort' o alguna otra práctica poco amigable con el medioambiente.
RT: ¿Qué aspectos deberían evaluar las autoridades mexicanas para aprobar la construcción de grandes hoteles?
P.R.: Los efectos a corto, medio y largo plazo al medio ambiente; es decir, lo que se conoce como 'autorización en materia de impacto ambiental'. Muchas veces, este documento expedido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) está incompleto o no detalla todas las responsabilidades que tienen estas grandes empresas dedicadas al turismo nacional e internacional.
RT: En 2016, ciudadanos de Cancún fueron testigos de la destrucción de 70 hectáreas del manglar Tajamar, incluida su flora y fauna. ¿Estamos ante un caso similar?
P.R.: No en las mismas dimensiones, pero el impacto ambiental sí es equivalente. Los hoteles acarrean problemas de basura, desabasto de agua potable y tránsito vehicular, el cual se resume en contaminación del aire. Estamos frente a la voracidad de empresas que, insisto, quieren lucrarse a través de 'ecocidios' solo por obtener ganancias millonarias.
RT: ¿El Centro de Ecología Marina de Cancún ha interpuesto algún recurso jurídico para evitar la expansión de hoteles 'all inclusive'?
P.R.: Por el momento, trabajamos en campañas de concienciación y promovemos el derecho a un ambiente sano, así como su defensa mediante el cumplimiento de las políticas públicas vigentes. Debemos entender que vivimos en un mundo que necesita de una convivencia sana y armónica entre la flora, la fauna y la vida humana.
José Luis Montenegro