"Hay dos mitos profundamente grabados en la mente de la mayoría de los estadounidenses que son extremadamente peligrosos y podrían provocar una guerra con Rusia. El primero es el del mito de la superioridad militar de EE. UU.. El segundo es el de la invulnerabilidad de EE.UU.", escribe The Saker, un conocido bloguero residendte en Florida.
Este analista con experiencia en las Fuerzas Armadas suizas y en las estructuras de investigación de la ONU cree que es crucial desmontar estos mitos antes de que terminen costando a la humanidad millones de vidas y un sufrimiento incalculable.
Según el autor, esta seguridad reposa en dos supuestos: la superioridad de la numerosa flota de 'omnipotentes' portaviones y la presunta invulnerabilidad del territorio estadounidense.
"Tengo que confesar que, incluso durante la Guerra Fría, siempre vi a los portaviones estadounidenses como presas fáciles que los soviéticos habrían destruido con bastante facilidad. Me formé esa opinión sobre la base de mi estudio de las tácticas antisubmarinas soviéticas y sobre la base de conversaciones con amigos (compañeros de estudios) que servían en portaviones estadounidenses", sostiene el autor.
Primer mito: Los invencibles portaviones
Sin entrar en detalles pormenorizados de cómo hubieran sido estos ataques soviéticos contra los grupos de ataque de portaviones estadounidenses, el autor explica que se habría tratado de ataques combinados de múltiples misiles desde distintas direcciones. Algunos volarían a muy baja altura, casi rozando las olas, mientras que otros caerían desde altitudes muy elevadas, todos ellos a grandes velocidades. Al mismo tiempo, también se habrían disparado misiles desde submarinos e incluso torpedos.
Todos estos misiles serían inteligentes y estarían interconectados entre sí: compartirían datos de sensores, asignarían objetivos (para evitar duplicaciones), usarían contramedidas electrónicas, etc. Estos proyectiles habrían sido lanzados desde largas y seguras distancias tanto por bombarderos supersónicos como por submarinos sumergidos. La focalización involucraría satélites espaciales y tecnologías avanzadas de reconocimiento naval.
"Mis amigos de la Marina eran muy conscientes de todo esto y se reían de su propia propaganda oficial de EE.UU. (Reagan estaba en el poder entonces), que afirmaba que la Armada estadounidense 'llevaría la guerra a los rusos' mediante el despliegue de portaviones. En contraste directo con esto, todos mis amigos me decían que lo primero que harían sería evacuar inmediatamente a todos los portaviones del Atlántico Norte y llevarlos a aguas mucho más seguras al sur, en la llamada brecha GUIK. [un acrónimo militar en inglés de Groenlandia, Islandia y Reino Unido, un amplio sector septentrional del Atlántico con desarrollados sistemas de defensa antisubmarina]," explica el autor, afirmando que la estrategia propuesta por Reagan solo podía tener éxito ante naciones como el Irak de Saddam Hussein.
El 'efecto Zircón'
En la actualidad, un nuevo elemento aumenta aún más la vulnerabilidad de los portaviones de la Marina de EE.UU.: el misil hipersónico 3M22 Zircón. Además de sus impresionantes características técnicas, The Saker escribe que "el hecho más importante sobre este arma es que se puede lanzar desde casi cualquier plataforma: por supuesto, desde cruceros, pero también desde fragatas e, incluso, desde pequeñas corbetas. Puede ser lanzado por submarinos de ataque nucleares y diésel-eléctricos. También los pueden portar los bombarderos de largo alcance (Tu-160), bombarderos de mediano alcance (Tu-22M3), cazabombarderos/aviones de combate de rango medio SU-34 e, incluso, según algunos informes, desde un caza de superioridad aérea SU-35. Finalmente, este misil también puede estar basado en tierra".
El experto señala que puede ser lanzado desde cualquier plataforma capaz de lanzar misiles de crucero Kalibr, por lo que incluso un barco mercante podría llevar un contenedor con misiles Zircón escondidos en su interior. Según sus palabras, esto significa que:
- "Rusia dispone de un misil que no puede ser detenido ni 'hackeado' por ninguno de los actuales o en desarrollo sistemas de armas antimisiles de la Armada estadounidense.
- Este misil puede ser desplegado en cualquier lugar del mundo y en cualquier plataforma".
Esto equivaldría a que un enjambre de misiles Zircón 3M22 podría aparecer en cualquier parte del planeta en cualquier momento y sin tiempo de tomar contramedidas, dada su enorme velocidad de hasta 8 Mach.
"A partir de ahora, Rusia dispone de objetivos estadounidenses fáciles y de gran valor que podría destruir en cualquier momento (…) Y lo que es crucial es esto: un ataque contra un portaviones estadounidense no sería un ataque contra territorio estadounidense, ni sería un ataque nuclear, pero el choque psicológico resultante podría ser comparable al un (limitado) ataque nuclear a la patria de EE.UU.", opina el analista.
Segundo mito: Un ataque al 'Santo de los Santos', el territorio de EE.UU.
Se trata de asunto que los estadounidenses consideran absolutamente impensable. Para el resto de la humanidad, cualquier guerra, por definición, incluye la posibilidad muy real de sufrir ataques en sus propios pueblos y ciudades, pero para los estadounidenses, la idea de un ataque devastador contra la patria estadounidense es bastante inconcebible.
El experto piensa que esta creencia es equivocada, porque Rusia podría involucrar en un ataque de ese tipo a dos elementos decisivos cuyo desarrollo se encuentra en su etapa final.
Se trata del misil balístico intercontinental RS-28 Sarmat, una de cuyas ojivas también podría portar un proyectil hipersónico Yu-71.
Aunque se conoce muy poco sobre estas armas, la realidad es que los RS-28 van a reemplazar a los misiles intercontinentales más pesados de Rusia, los temibles RS-36 Voyevoda [SS-18 Satan, en la clasificación de la OTAN].
El efecto 'Sarmat'
De lo que se sabe hasta el momento, los Sarmat tendrán unas 100 toneladas de peso de despegue y portarán de 10 a 15 toneladas de carga útil, distribuida entre varias cabezas con guiado individual.
Su alcance llega a 10.000 kilómetros, pero lo más interesante, según el autor del artículo, es que sus sistemas de control son muy variados: inercial, vía satélite y la trayectoria de cada ojiva es autónoma y orbita.
Esto último, según The Saker, es de suma importancia, ya que significa que el misil no tendría necesariamente que sobrevolar el Polo Norte para llegar a Estados Unidos. Los Sarmat pueden igualmente llegar a su destino sobrevolando el Polo Sur, o desde cualquier otra dirección. Todo ello, portando también misiles hipersónicos Yu-71.
"Si algún político occidental decide que es más listo y más fuerte que Napoleón o Hitler, y cree que finalmente hará que los rusos se pongan de rodillas, entonces él y su país serán destruidos. Es así de simple", concluye el experto.